El mexicano parece haber perdido la brújula a partir del Gran Premio de Mónaco. Tal parece que el percance vino en el peor momento, justo en donde parece que las actualizaciones de su Red Bull se alejan de su manejo, como ha sucedido en sus temporadas anteriores con la escudería campeona del mundo.

El choque contra los muros del Principado se convirtió en una trampa para Sergio Pérez. Quizá pecó de confianza en una pista en donde apenas la temporada pasada había logrado una histórica victoria.

Sin embargo, esto ha metido a Checo en una espiral de bajo rendimiento, en donde dos elementos se han vuelto cruciales. Por un lado, la curva de tiempo que le toma al piloto recobrar la plena confianza en el coche, y por el otro, que el RB19 está teniendo actualizaciones, las cuales son más bien en torno al manejo del bicampeón del mundo y vecino de garaje, Max Verstappen.

Y así lo venimos viendo. Mientras Max se asienta cada día más dentro del auto diseñado por el genio de la aerodinámica Adrian Newey, quizá uno de los históricos de su ramo, haciendo mejores tiempos en cualquier pista, observamos al de Jalisco emproblemado por sacarle el mayor jugo posible a su auto.

El contraste entre las primeras cinco carreras de la temporada de Checo Pérez es considerable con las restantes tres. En las primeras, tuvo una pole position, cuatro podios y dos victorias, mientras que en las siguientes quedó fuera de los puntos en Mónaco, un cuarto puesto en España y una mala calificación en Canadá, en duodécimo puesto, fuera de la Q3.

Red Bull afirma estar con el piloto mexicano para lograr ese uno-dos en el campeonato, así como para ganar el de constructores, en donde su ventaja como equipo es de 135 puntos sobre Mercedes, liderando con 287 unidades y siendo hasta el momento 117 las aportadas por el piloto mexicano, un 40.7% del total. Si es así, debe acompañarlo en su recuperación e impulsarlo, dándole las herramientas necesarias que fortalezcan su manejo con el RB19.

La primera mitad de la temporada del Gran Circo todavía no llega, por lo que es vital para Pérez regresar al podio antes del parón de verano, quedando por delante carreras como Austria, Gran Bretaña, Hungría y Bélgica, en donde puede recuperarse y afianzar su segundo lugar en la tabla de pilotos. El mexicano conoce muy bien cuál es la ruta de regreso y debe seguirla, no sólo para beneplácito de sus millones de fans en Latinoamérica, sino para sí mismo y su legado en la Fórmula 1. ¡Es posible!

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