No hay duda que el piloto neerlandés (nacido en Bélgica) de Red Bull es una de las joyas actuales más preciadas de la Fórmula 1. Su talento y velocidad naturales le abrieron paso rápidamente desde el mundo del karting para llegar a Fórmula 3, y luego al Gran Circo sin hacer escala en F2, para en 2014 debutar en Scuderia Toro Rosso con 17 años y 164 días de edad como el piloto más joven en iniciar una carrera.

Su paso por la máxima categoría ha dejado huella, imponiendo varias marcas como el “más joven”, que lo inmortalizarán en los libros por muchos años, desde sumar puntos, liderar vuelta, subirse al podio, ganar una carrera, novato del año.

Red Bull sabe que en Verstappen tiene un diamante, un potencial campeón del mundo, pero por más de un lustro lo ha mantenido en ese estatus: el próximo monarca, el ídolo en ciernes, y a pesar de sus esfuerzos no ha podido sacarlo de ahí. Aún así, el equipo austriaco ha extendido su contrato hasta 2023, con 40 millones de euros al año y una cláusula de salida si Honda se marcha como proveedor de motores.

El camino de Max no ha estado exento de problemas, su joven inicio en la Fórmula 1 también vino de la mano de inmadurez y falta de cabeza fría, lo que le ha arrebatado puntos importantes. Hoy, a sus casi 23 años da muestras de ser un piloto balanceado, temerario y tremendamente rápido, al estilo de figuras como Jim Clark, Ayrton Senna, así como los mismos Hamilton y Vettel (en sus mejores días).

La gran pregunta es cuándo logrará ser campeón del mundo, o más aún, si lo conseguirá. Estrellas como Michael Schumacher o Sebastian Vettel lo lograron luego de tres años en la F1, mientras que Senna, Lauda o Fernando Alonso alzaron su primera corona en su cuarta temporada. Max marcha en su sexto año y para 2023, año en el que vence su contrato en Red Bull, estaría ya en el noveno.

Mercedes por su parte, no parece mostrar señales de claudicar en su ambición de seguir sumando campeonatos —menos aún Hamilton—. Lo peor es que el mismo Vertstappen lo sabe, y hoy no ve ni a su propio equipo ni a Ferrari quitándole el protagonismo a las flechas de plata, por lo menos en lo que resta de la actual temporada o la siguiente.

De ser así, ¿la estela de Max podría diluirse para convertirse en un nuevo Stirling Moss, David Coulthard, Carlos Reutemann o Felipe Massa? Pilotos que sumaron 16, 13, 12 y 11 victorias respectivamente y sin coronarse en la F1. O como Nigel Mansell, Nico Rosberg o Jenson Button, que tuvieron que esperar más de una década para ser campeones.

Verstappen acumula ya nueve victorias, dos poles y ocho vueltas rápidas, pero el casillero importante luce todavía vacío. Ojalá que el tiempo no lo convierta en el veterano más joven del Gran Circo, y no se marche sin coronarse, y que su impedimento histórico no sea haber coincidido en el tiempo con Mercedes y Lewis Hamilton.

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