La escudería italiana vive su mejor momento en mucho tiempo, con el triunfo de Sebastian Vettel en el Gran Premio de Singapur que representó el primer 1-2 de Ferarri desde Hungría 2017, y donde no ligaba tres victorias desde 2008. Existe un artífice de este regreso, su discreto jefe de equipo:

Mattia Binotto.

El triunfo en el último GP sorprendió a propios y extraños. Muchos analistas veían el regreso de Mercedes a la victoria, luego de las derrotas de Bélgica e Italia, pero el equipo de las flechas de plata no alcanzó ni el podio, siendo relegado al cuarto lugar detrás de Ferrari y Red Bull. La noche de Singapur fue el amanecer de la escudería roja.

Binotto, el jefe máximo de equipo, ha hecho sentir su mano desde el inicio de la temporada. Al principio con chispazos, como la pole de Charles Leclerc en Bahrein, la segunda competencia de la temporada, confirmando al piloto monegasco como un campeón en potencia. Tuvo su curva de aprendizaje, pues durante la primera mitad del campeonato no se capitalizaron en victorias las poles ganadas en Bahrein, Canadá y Austria , en donde Mercedes construyó la ventaja que hoy le permite administrar lo que resta de la temporada, en la que a menos que suceda una desgracia, se alzará nuevamente con los títulos de pilotos y constructores.

Sin embargo, como dice Jo Ramírez en su libro Mi vida en la Fórmula 1, en la máxima categoría eres tan bueno como en tu último Gran Premio , y Ferrari con Binotto ha construido carrera a carrera, el momentum ganador que vive.

En 2017 y 2018, Ferrari tuvo un auto superior, pero la dirección del equipo a cargo de Mauricio Arrivabene carecía de estrategia y muchas veces de temple, la serenidad y calma que hoy parece imprimirle Binotto, quien conoce las entrañas de Ferrari desde hace 25 años, cuando se unió a la casa de Maranello como ingeniero de motores en 1994.

No todo es miel sobre hojuelas, muchos tifosi lo acusan de debilitar a Sebastian Vettel e n pos de Charles Leclerc , como si el piloto alemán no tuviera más que aportar que su experiencia para impulsar al piloto recién llegado. Leclerc ganó consecutivamente en Spa-Francorchamps y Monza, y apostaba por anotarse la victoria en el pasado Gran Premio de Singapur , donde con una estrategia y un manejo virtuoso, Vettel tuvo un renacimiento.

Binotto se muestra sereno ante las críticas, y en sus declaraciones ha dejado ver que su objetivo para el equipo en Singapur era lograr el ansiado 1-2, sin importar necesariamente quién de sus pilotos ganara. El momento del campeonato se lo permite, con los títulos casi en manos de Mercedes, consolidar a Ferrari de cara al 2020 es la prioridad, yendo con todo para sumar más victorias en lo que resta de la temporada. Quizá ya hizo lo más difícil, recuperar la confianza del equipo en sí mismo, pero gestionar los egos de sus pilotos será la tarea más complicada en los próximos meses. Para Ferrari es ahora o nunca.

@jgarciacontacto

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