La máxima categoría está llena de momentos cruciales que separan a potenciales campeones del mundo de quienes finalmente alzan el título, con casos donde hay claramente un piloto número uno (ya sea por ascendencia natural, por tener más tiempo en una escudería, por jerarquía, etc.) con otros que a fuerza de resultados se abren espacio por su talento y frialdad.

Obviamente el caso más claro es el de la dupla Senna-Prost a finales de la década de los 80 en McLaren, en donde el brasileño a fuerza de velocidad, ambición de campeón —prácticamente a cualquier precio— y resultados, orilló al Profesor a marcharse de la escudería dirigida entonces por Ron Dennis, un lugar que el francés consideraba su hogar, erigiéndose Ayrton como piloto principal logrando tres campeonatos del mundo.

Hoy McLaren vive una situación parecida, con el gran contraste de que viene reviviendo después de años oscuros, en donde su último campeonato de constructores fue en 1998, en tanto que el de pilotos (con Lewis Hamilton) fue en 2008. El hoy equipo papaya se encontró en 2024 con que tiene el mejor auto de la parrilla, acechando ya a sólo 8 puntos de distancia a Red Bull, con sus dos pilotos: el inglés Lando Norris, quien se sumó al equipo con 19 años en 2019 como titular, y el australiano Óscar Piastri quien llegó a 2023 con sólo 22 años.

Lando Norris es a sus 24 años un “veterano” con ya seis temporadas en McLaren. Carismático y rápido, aguantó en McLaren su momento de brillar durante un lustro, pero cuando hoy los puntos lo favorecen sobre su coequipero Piastri, es el australiano calmo y consistente, el que crece en el equipo y aguarda su momento para en 2025 imponerse como el piloto número uno.

Norris ya no está disfrutando la temporada, su natural ascendencia en el equipo (por nacionalidad y tiempo) parecen no pesar ante la fuerza de Piastri. Las malas arrancadas de Lando son prácticamente predecibles en cada Gran Premio, perdiendo más de una carrera por este déficit. En Bakú este fin de semana, McLaren se decantó por Norris para apoyarlo en la lucha del campeonato de pilotos (con las consecuentes órdenes de equipo), lo que en lugar de fortalecerlo lo presionó, quedando incluso fuera de la Q1, calificando en la posición 17 contrastando con la tercer posición de Piastri.

Es en estos momentos en el que un piloto de F1 debe mostrar su fortaleza mental, aspecto en el que Norris debe mejorar rápidamente antes de que su coequipero crezca aún más, demostrando claramente que para ser campeón del mundo no se trata solamente de tener el mejor auto de la parrilla, sino tener el combo completo entre mecánica y psicología.

@jorgedialogante

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