La temporada vive sus últimas seis carreras, yendo del continente americano al Medio Oriente para definir uno de los campeonatos más disputados en por lo menos el último lustro, al menos desde que la guerra civil de Mercedes en 2016 resultó en el único título del alemán Nico Rosberg.

En aquella temporada, Nico y , que compartían amistad y pistas desde niños, culminaron un año complicado en su relación personal y definieron el campeonato por cinco puntos. El desgaste fue tal que Rosberg decidió colgar el casco de manera sorpresiva, aun cuando tenía contrato con Mercedes.

Una guerra civil que sí sacudió a la Fórmula 1 fue la de Ayron Senna y Alain Prost en las temporadas 1988 y 1989, a tal grado que partió a McLaren en dos células. Ahí la lucha por el campeonato sí se volvió algo personal. Un duelo que también puso los cimientos televisivos de la hoy F1, fue la batalla entre James Hunt y Niki Lauda , quienes en la pista se daban con todo, pero cuando se quitaban los cascos podían discutir al frío de unas cervezas, como caballeros.

Hoy en cambio y varios años después en los que Mercedes ha sido junto con Lewis Hamilton el gigante a vencer, dos grandes equipos en Red Bull y la misma escudería germana han tenido el ímpetu para durante 16 carreras sostener un ritmo de competencia sin darse descanso, convirtiéndose en némesis uno del otro. Pero la rivalidad deportiva entre Max Verstappen y Hamilton ha crecido al punto de ya sentirse personal.

Si bien es cierto que han tenido capítulos fuertes como Inglaterra o Monza , con las redes sociales explotando a favor de uno y otro, es este fin de semana en Austin, que el duelo se ha acentuado. Con lo que resta de 2021 y con ambos bajo contratos firmados para 2022 , esta historia apunta a darnos mucho más.

-@jorgedialogante

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