El piloto asturiano regresa a la máxima categoría después de correr su última temporada con McLaren en 2018, y lo hace sobre las bases del equipo de sus amores: Renault, hoy convertido en Alpine F1 Team. El motorista francés prácticamente le ha dado todo al español, —un bicampeonato en 2005 y 2006—, quien vuelve buscando conseguir ese elusivo tercer título que se le ha negado por casi 15 años.

A todas luces Fernando Alonso es un piloto ganador. Es el sexto con más Grandes Premios ganados en la historia de la Fórmula 1, con 32 victorias, ocupando la misma posición en número de podios, con 97. En sus años al volante del Renault azul-amarillo destronó al mismísimo Michael Schumacher, que venía de un lustro victorioso con Ferrari, y es precisamente el español quien sale mejor parado de los malos años de la escudería italiana, donde sumó tres subcampeonatos, así como de su segunda etapa con McLaren, de 2016 a 2018.

Decir que el ibérico ha perdido el toque ganador estaría fuera de lugar, pues apenas puso un pie en otras categorías como el Mundial de Resistencia, supo hacerse (en equipo claro está) de un par de títulos, ganando dos veces tanto las célebres 24 Horas de Le Mans como las de Daytona, destacando también en las 500 millas de Indianápolis, las cuales también se le han resistido buscando ser el segundo piloto en conseguir la famosa triple corona (Mónaco-LeMans-Indianápolis), donde sólo le resta ganar el reto norteamericano. Este honor sólo lo posee el británico Graham Hill.

No es un secreto entonces que el español busca ese codiciado tercer título, y lo hace por lo menos desde 2007, hace más de una década. En 2014, todavía en Ferrari el piloto se sinceró: “Este es el principal objetivo, es algo en lo que estoy trabajando y espero lograr. Tres títulos significan un escalón más. No es que no sea feliz con dos, pero el tercero te mete en una lista de nombres muy importantes”, declaró entonces a BBC Sport. Desde entonces, Lewis Hamilton sumó seis títulos y Nico Rosberg, uno.

Pilotos campeones que se han marchando del Gran Circo y han vuelto para seguir ganando hay varios casos. Niki Lauda se retiró en 1979 con dos títulos bajo el brazo, regresando en 1982 para conseguir un tercero en 1984 con McLaren. Mismo caso el del francés Alain Prost, quien se apartó en 1991 ya con un tricampeonato, volviendo en 1993 para sumar uno más, con Williams. Sin embargo, también está el opuesto, como el de Schumacher, que colgó el casco en 2006 como el épico heptacampeón, pero que sufrió mucho al retomarlo en 2010 con Mercedes y donde pudo sumar sólo un podio en 58 carreras, aunque sentó las bases del hoy equipo a vencer.

Alonso regresa a la F1 con una horda de fans tras de sí, pero también de haters, quizá el que más tiene de toda la parrilla, elementos que le pondrán condimentos especiales a la temporada 2021. El ibérico tiene sus esperanzas cifradas en 2022, año en el que la máxima categoría apuesta por un “reset” bajo un nuevo reglamento técnico, y donde si consigue un podio por lo menos a lo largo de la temporada que está por iniciar, se dará por bien servido y renovará aún más su espíritu ganador.

Dependerá tanto de Fernando Alonso como de su director de equipo, Davide Brivio (traído desde las esferas de MotoGP), del empuje del CEO de Alpine, Laurent Rossi, y del compromiso del propio CEO de Renault, Luca de Meo, para que se conjunten todas las piezas necesarias que pongan la mesa para un nuevo título franco español. Lo veremos.

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