El momento del mexicano al interior y exterior del equipo campeón del mundo vive una dualidad complicada, en donde por un lado está una crisis en cuanto a sus clasificaciones, extendiendo ya a seis Grandes Premios la incapacidad por pasar a Q3, pero entregando a cambio cinco podios en nueve carreras; en tanto que por el otro, se pide ya su cabeza entre ciertos sectores de la prensa y fanáticos.

El piloto azteca vive momentos complicados en Fórmula 1, quizá los más difíciles de su carrera. Las malas clasificaciones lo han puesto ahí por errores propios, con pifias que le han costado no sólo puntos valiosos en el campeonato, sino también varios niveles de confianza, tanto en sí mismo como en su herramienta, el RB19 diseñado por Adrian Newey.

La caída comenzó con el incidente en Mónaco, a donde paradójicamente Checo llegó en el punto más alto de su confianza, con una pole, cuatro podios y dos victorias recién conseguidas. Que sucediera ahí, justo en el lugar donde un año antes consiguiera una victoria histórica mermó muchísimo su confianza, y más aún al tratar de hacerlo en un auto que ya no es el mismo y cuyo estilo de manejo no apunta más hacia él.

El segundo lugar en la sprint race así como la gran remontada en carrera de la semana pasada en Austria —partiendo del lugar 15 para terminar en el podio— parecían disipar los nubarrones sobre el mexicano, los cuales volvieron a aparecer en la calificación del Gran Premio de Inglaterra, en donde por errores propios de no saber adaptarse a una pista seca y mojada, pero también de estrategia de Red Bull, lo relegaron a la posición 16, 15 en realidad por la penalización al Alfa Romeo de Valtteri Bottas.

Sin embargo, hoy un gran sector de la prensa y fanáticos lo exigen y ven fuera de Red Bull, incluso antes de terminar la temporada, en donde se habla de que a otros pilotos como Daniil Kvyat, Alex Albon o Pierre Gasly les hicieron lo mismo, pero ¡por favor!, ninguno de ellos entregó en su momento los resultados de Checo Pérez, quien se mantiene al día actualmente en el subcampeonato de pilotos.

No lo vamos a negar, Checo está metido en una crisis que debe salir a borrar con remontadas, tal como ocurrió en Austria, situación que debería minimizar, porque estas no siempre serán posibles, ubicando su Red Bull justo donde se espera.

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