La Fórmula 1 llegó a nuestro país en 2015, luego de 23 años de ausencia. Aún cuando Sergio Pérez debutó en la máxima categoría en 2011 con Sauber, y Esteban Gutiérrez hizo lo propio en 2013, no fue hasta que el primero llegó a Red Bull en 2021 que la F1 prendió con fuerza en México y Latinoamérica.
Como evento el Gran Premio de la Ciudad de México ha sido un éxito rotundo desde su llegada al calendario hace ocho años, casi duplicando la derrama económica en la capital del país, pasando de los ocho mil millones de pesos en la primera edición a más de 15 mil millones en 2023. Además, ha sido reconocido en cinco ocasiones como el Mejor Evento del Año por la FIA.
Sin embargo, el gran salto de la Fórmula 1 al terreno popular en México y Latinoamérica vino cuando Checo Pérez llegó a Red Bull en 2021, donde de ser un deporte del gusto de ciertos estratos, pasó a la gran esfera pública, donde el piloto que nunca iba a lograr podios en la máxima categoría nos acostumbró ya a apostar por su victoria cada fin de semana, acrecentando esto en 2023, donde ha mostrado su mejor forma con dos poles e igual número de victorias.
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Hoy vemos a Checo en la cobertura de medios no solamente deportivos, sino de negocios, populares, liderazgo y hasta revistas del corazón. Pero, ¿cuánto más de Pérez en la F1 que siga garantizando un negocio de este tamaño? Las entradas para el próximo GP de México se agotaron en pocos días y cada vez más marcas se le acercan para impactar a una audiencia cada vez más numerosa.
Checo tiene contrato con Red Bull por lo menos hasta 2024, y creo que la llegada de Ford en 2026 como motorista al equipo campeón del mundo le abre posibilidades para quedarse hasta ese año, y si mantiene un estatus por lo menos como subcampeón (ya no digamos monarca) le catapultaría incluso a otro equipo grande, pues la variable de la edad la rompió ampliamente Fernando Alonso en su regreso a la F1. Pérez, hoy con 33 años podría quedarse hasta sus 40 en el Gran Circo, es decir, por lo menos siete años más; sin embargo, lo que ha acrecentado su impacto en la F1 es estar en un equipo protagonista como RB, lo cual podría prolongar por tres años más.
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Para patrocinadores, promotores y Gran Premio de México debe aparecer pronto un heredero, esa estrella ascendente que pueda dar continuidad al legado de Checo Pérez, porque como ya se ha demostrado con creces, mercado existe. Es tiempo de pensar en el futuro, el cual está a la vuelta de la esquina.
