En la vida de cualquier deportista hay escenarios que se van configurando de acuerdo al desarrollo de las circunstancias -a favor y en contra-, pero cuando estos se abren a partir de errores casi imperdonables, la desconfianza puede aparecer para hacerlos todavía más grandes y convertirse en callejones sin salida. El piloto mexicano de Red Bull con su choque en la calificación de Mónaco se metió solito en una espiral que le puede costar muy caro y en donde debe salir rápido para seguir pensando en el campeonato. El error es parte del deporte, así como el éxito, sin embargo aquellos que los cometen rara vez son los que pueden asegurarse llegar al cumplimiento de sus objetivos. En el caso de Sergio Checo Pérez su carrera siempre ha ido en ascenso -excepto por el año en McLaren- y precisamente su consistencia en 2020 le abrió las puertas de Red Bull. Igualmente su manejo le abrió camino a Max Verstappen a conseguir su primer título en 2021, y este viene siendo la clave para estar todavía soñando con un campeonato a 14 puntos de su compañero de equipo, un piloto que prácticamente no se equivoca.
Sin embargo, lo ocurrido en la calificación del Gran Premio de Mónaco ha sido quizá el error más grande del piloto mexicano en su trayectoria en F1. Checo no había comenzado de la manera más prometedora su fin de semana en Monte Carlo, con las prácticas 1 y 2 complicadas, pero en el tercer ensayo luciendo en forma para encarar la calificación, a milésimas de segundo de un Max que parecía -y así fue- enfilado hacia su primera pole position en el principado.
Tan pronto como comenzó la calificación de la séptima fecha de la temporada, Pérez puso el segundo mejor tiempo de la Q1, pero luego de eso terminó en los muros de la curva Sainte Devote con un fuerte impacto que dejó su RB19 incluso en riesgo de penalizar y partir desde el pitlane. La carrera histórica ganada por Checo en 2022, era una oportunidad de oro de acercarse a Max, en un circuito callejero que se le venía dando tan bien, pero vino este error que puede costarle muy caro, tanto como no sumar y que la distancia con Verstappen se vaya a 40 puntos.
Pero el riesgo no queda ahí, Mónaco puede convertirse en una importante pérdida de confianza para el mexicano que sentencie el resto de la temporada. Su rostro desencajado en sus declaraciones posteriores dijo mucho: “No recuerdo cuándo fue la última vez que tuve un error tan costoso; en la carrera en seco no hay mucho qué hacer”.
El mexicano debe pedirle a todos los dioses, especialmente a Tláloc, que la lluvia aparezca en Mónaco para minimizar los daños y soñar con una remontada. Su característica filosofía debe aparecer más que nunca y “resetearse” para recuperar confianza.
Pérez debe enfocarse en que el error de Mónaco deber ser el último de la temporada para seguir aspirando a por lo menos ese subcampeonato.