El pasado 23 de diciembre arrancaron las precampañas federales y concluyó el plazo para que los partidos políticos nacionales registren, en su caso, los convenios de coalición para las diputaciones ante el INE. Con las precampañas inician los procesos internos de selección de candidaturas. Durante esta etapa, los competidores tendrán que garantizar el cumplimiento de la paridad de género en la postulación de sus candidaturas y la aplicación de acciones afirmativas a favor de indígenas, personas con discapacidad y otros sectores en desventaja, estos últimos por mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Además, tendrán que armonizar estas disposiciones con la posibilidad de que sus legisladores se presenten a la reelección consecutiva.

Dos coaliciones parciales competirán a nivel federal: Va por México, integrada por PRI-PAN-PRD en 171 distritos y Juntos Haremos Historia, conformada por Morena-PT-PVEM en 151 distritos de los 300 donde se eligen diputaciones por el principio de mayoría relativa. Movimiento Ciudadano competirá en solitario y los partidos de nueva creación tienen el impedimento legal para participar en coalición en la primera elección en la que se presentan.

En paralelo a las precampañas, los aspirantes a una candidatura independiente recolectan los apoyos ciudadanos para lograr su registro. Actualmente, 42 aspirantes a una diputación federal están en la carrera por recabar apoyos de al menos el 2% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal del distrito por el que desean competir. A contrarreloj, los aspirantes a una candidatura independiente tienen hasta el 31 de enero de 2021 para lograr su objetivo.

En México las precampañas abiertas han sido casi una simulación. De acuerdo con el artículo 34 de la Ley General de Partidos Políticos, los procedimientos y requisitos para la selección de precandidatos y candidatos a cargos de elección popular son asuntos reservados a la vida interna de los partidos políticos. Ellos se autorregulan a través de sus Estatutos o reglamentos internos y, en la mayoría de los casos, establecen un catálogo de métodos de selección: elección directa de militantes o simpatizantes, encuestas, convención de delegados, designación directa e, inclusive, por sorteo entre su militancia.

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 226 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, los partidos políticos nacionales deben definir el procedimiento aplicable para la selección de sus candidatos, al menos treinta días antes de su inicio. Para la elección federal, los partidos políticos optaron, en la mayoría de los casos, por métodos de selección que relegaron la participación directa y abierta de sus militantes. La designación directa por un órgano partidista facultado o una comisión creada para tal fin fue la opción preferida de casi todas las fuerzas políticas.

Las precampañas están diseñadas para que los partidos realicen reuniones públicas, asambleas y, en general, todos los actos para que sus precandidatos se dirijan a los afiliados, simpatizantes o al electorado en general, con el objetivo de obtener su respaldo para ser postulados como candidatos a un cargo de elección popular. En los hechos, las precampañas han sido una simulación y, a su vez, una ampliación de las campañas mismas. En ese periodo los partidos gastan dinero y tienen acceso a la radio y televisión sin necesidad de tener procesos internos abiertos a su militancia.

Durante las últimas semanas, cinco entidades pasaron a semáforo rojo debido al incremento en hospitalizaciones por COVID-19: Baja California, Ciudad de México, Guanajuato, Morelos y Estado de México, mientras que otras cinco (Sonora, Zacatecas, Querétaro, Aguascalientes e Hidalgo) podrían seguir el mismo camino de no cumplir con las medidas indicadas por las autoridades sanitarias. Ante la situación de riesgo que representa la alerta por semáforo rojo en la crisis sanitaria actual, las autoridades electorales han recomendado tomar las máximas precauciones, privilegiar los mecanismos electrónicos de comunicación y seguir las recomendaciones de las instituciones de salud.

Está claro que serán precampañas atípicas porque la pandemia y una mayor penetración de los medios electrónicos, como las redes sociales, marcarán unos comicios inéditos. En un contexto de restricciones presupuestales y sanitarias, las autoridades electorales tienen el enorme reto de informar, mitigar riesgos y generar confianza para que la ciudadanía no pierda el interés de acudir a las urnas.

Especialista en temas político-electorales.
Twitter: @jorge_egren

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