Por la tarde del 1.º de septiembre la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, entregó en la Cámara de Diputados dos tomos que contienen el Primer Informe de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Como ha ocurrido en el pasado, el mensaje presidencial de la mañana ha sido confundido con la obligación constitucional de presentar un informe que dé cuenta de la situación que guarda la administración pública, por lo que la atención de la prensa, columnistas y articulistas se ha centrado en ese mensaje y ha dejado de ver la sustancia de estos documentos. Esta confusión ha sido mayor desde que en agosto de 2008 se eliminó la obligación del titular del ejecutivo federal a asistir a la apertura de sesiones del H. Congreso de la Unión.
El primer tomo contiene el texto del informe (315 páginas de texto, sin índice y abreviaturas), y el segundo corresponde a un anexo con los cuadros estadísticos (619 páginas, sin índice y abreviaturas) https://bit.ly/2HGfC8G. El texto está organizado de acuerdo con la parte del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024 que el presidente López Obrador envió al H. Congreso de la Unión, y que la Cámara de Diputados omitió en aprobar y publicar. Dado que el presidente entregó en tiempo y forma el PND completo, éste será el documento rector y obligatorio para la administración pública federal. Por lo tanto, es de esperarse que el proyecto de Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020, a presentarse este domingo, siga esta misma estructura.
Si bien el informe consta de tres partes (Política y Gobierno, Política Social y Economía), sólo hay espacio para escribir sobre la última (página 211 a 315), la cual considero relevante para entender la política económica de la nueva administración.
Para empezar establece la definición de desarrollo que usará esta administración, la cual explica como un binomio: crecimiento que genera ingreso y crea riqueza, junto con distribución más justa del ingreso y la riqueza. De darse este binomio habrá bienestar para la población. El gasto público será el mecanismo para generar desarrollo económico. Pero va más allá, reconoce la importancia de la estabilidad macroeconómica, para lo cual se compromete a: (I) la estricta disciplina fiscal que contempla austeridad al interior de la administración pública; (II) mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos; (III) reasignar el gasto público a la inversión, y (IV) reducir la multiplicidad de programas sociales mejorando su efectividad. Asímismo, para alcanzar el desarrollo económico reconoce la necesidad de acelerar la productividad, mejorar la calidad de las instituciones, fortalecer el estado de derecho y combatir a la corrupción.
Explica el bajo crecimiento de la economía mexicana (0.2% anual al primer semestre) como resultado de factores externos e internos. Dentro de los primeros está el debilitamiento de la producción industrial en Estados Unidos y las crecientes tensiones comerciales y geopolíticas, lo cual limitó el crecimiento de las exportaciones. En lo interno menciona al deterioro de la calificación crediticia de Pemex, la contracción de la inversión privada, el retraso en el tratado que sustituirá a el TLCAN, y un debilitamiento en el consumo privado. También explica las medidas de contención al gasto público y el financiamiento del déficit del gobierno federal a través de la emisión de deuda interna.
En breve, el informe en materia económica es realista sobre la situación y presenta el desastre heredado en materia petrolera por la administración anterior. ¿Estarán los legisladores a la altura para usar la pregunta parlamentaria y cuestionar a los secretarios?
Economista. @jchavezpresa