Si de algo no cabe duda es de la capacidad de operación política con que cuenta el gobierno de AMLO . La forma en que se resuelven este lunes 18 de abril las dos controversias constitucionales promovidas por la COFECE y por el estado de Colima, dejándolas sin materia por carecer de interés jurídico; es decir de forma que no de fondo, sumándose al manejo de la votación de la acción de inconstitucionalidad promovida por lo senadores de oposición en la cual 8 votos se hicieron 7, dejan testimonio de que si de operar se trata si les alcanzan las mañas.

Inclusive y aunque se diga en el círculo rojo que el gobierno sufre su peor derrota por no alcanzar la mayoría calificada en la aprobación de la reforma constitucional en materia eléctrica, para quien sabe leer entre líneas no parece tan obvia la lectura.

Me explico y aclaro que aunque no coincida con aspectos de este gobierno, como es que estoy convencido que el futuro definitivamente está en las energías limpias, lo que se ve no se juzga.

Al perder esa votación AMLO y su gobierno se salvan de un enfrentamiento imposible de ganar ante los Estados Unidos, de incumplir mayormente el TMec y de paso toman una bandera política que durará hasta 2024, tachando de traidores a la patria a los opositores del PAN y PRI que detuvieron la reforma. Todo esto ante la real audiencia a la que va dirigido el mensaje que es la gran mayoría del círculo verde popular y rural en la que el Presidente tiene centrada su atención y en la que se soporta su popularidad y en el que no tiene contrincante hoy día.

Asimismo, sabe perfectamente AMLO que la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica aprobada por mayoría de Morena el 9 de marzo de 2021, todavía deberá vencer la serie de amparos en su contra promovidos por empresas, personas y grupos de interés económico y político para entrar en vigor, con lo que logra evitar pagar un precio mayor por ejecutar lo que implica en materia de interrupción de contratos de autogeneración otorgados en el sexenio de Enrique Peña Nieto y al mismo tiempo logra frenar toda la inversión privada en el sector eléctrico.

Esto hace sentido para la política energética del Presidente ya que le da tiempo para terminar la refinería de dos bocas y demás esfuerzos por incrementar la producción nacional y de seguir vendiendo la nacionalización de los sectores estratégicos del país, en un momento histórico donde en el mundo corre como reguero de pólvora el regreso del nacionalismo como solución a la desigualdad que impera y el fracaso de la globalización en resolverla y si no veamos lo que hay detrás del conflicto mundial entre Estados Unidos, Rusia y China.

A esto se puede sumar la jugada promovida desde el mismo gobierno para que el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar , renuncie antes de que termine su periodo el próximo 30 de noviembre de 2024 y se incorpore a alguna posición transexenal como se especula puede ser la Fiscalía General de la República, con lo que el Presidente podrá proponer y aprobar en el Senado a su substituto sin tener que tomar en cuenta al Presidente Electo que para entonces ya se sabrá quién es.

Guste o no en política nada es lo que parece y nadie en las altas esferas es ignorante o inepto como se suele decir por los críticos que nunca han gobernado. Aún falta mucho, pero si la oposición realmente quiere ganar y no nada más competir dignamente más vale que se pongan las pilas y mejoren su operación política.

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