En México, actualmente, una de las preocupaciones principales en temas de bienestar, es la delincuencia por el impacto social y económico que este significa en nuestra vida, por esto, la prevención ha tomado gran relevancia y se ha convertido en uno de los temas que más atención demanda en la agenda política.

La prevención del delito es una parte fundamental de cualquier política de seguridad y en Fundación Reintegra hemos detectado que estas tienen mayor y mejor permeabilidad si se construyen tomando como eje principal la perspectiva de los miembros de la comunidad ¿por qué? Porque de inicio son quienes se ven impactados ya sea de manera positiva o negativa, además de que identifican de mejor manera las necesidades que como grupo tienen.

Hoy, es posible observar tanto a nivel nacional, local y regional el interés que como comunidad se comparte, tenemos la fortuna de contar con un pilar fundamental que respalda nuestras palabras, nuestro modelo de prevención comunitaria opera hoy en la colonia Guerrero y en el barrio de La Lagunilla; tan solo durante el 2018 se apoyó a 2,540 niños, jóvenes y familias, impactando así a más de 10,160 personas que reconocen la vulnerabilidad que les da el contexto en el que nacieron y que, por supuesto no eligieron.

Prevenir el delito como su nombre lo sugiere supone la intervención temprana para que el acto delictivo no se efectúe, en este sentido, nuestro modelo se caracteriza y ha sido exitoso por la compenetración que ha tenido la comunidad en la solución del problema de seguridad y de falta de oportunidades. Lo hemos logrado a través de la creación de una instancia que permite la integración de diversos perfiles sociales obteniendo así la recuperación del tejido social de estas zonas de la ciudad que tiene una imagen connotada de manera negativa ante otras colonias.

¿Cómo lo hacemos? Esta instancia ubicada en la colonia Guerrero de la Ciudad de México tiene muchas funciones, una de ellas recibir a niñas, niños y adolescentes para que una vez acabando sus clases puedan estar durante el resto del día haciendo su tarea y recibiendo apoyo para que resuelven sus dudas académicas y que los impulsan a desarrollar habilidades positivas para que al identificarlas puedan potencializarlas y encontrar en ellas herramientas funcionales que les den alternativas suficientes que los alejen de la normalización de la violencia y el delito como forma de vida.

Todas las experiencias de participación comunitaria implican retos, dificultades, límites y áreas de oportunidad. Sin embargo, el trabajo constante y la adaptación nos ha permitido encontrar una solución viable y exitosa, nuestro mayor reto en la actualidad es contar con la participación de más actores que crean que esto es posible y redituable para la sociedad mexicana, queremos expandir el modelo de prevención comunitaria a otras alcaldías de la Ciudad de México y en su momento a toda la República, para ello necesitamos que todos como comunidad nos sumemos esfuerzos y así mejorar nuestro futuro.

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