Este domingo 2 de junio se decidirá el rumbo del país no sólo para los próximos 6 años sino para muchos más.

Llegamos a la recta final de las campañas y sólo queda esperar a conocer la decisión de las mujeres y hombres que tienen en sus manos el instrumento más poderoso para decidir el futuro de sus familias: el voto.

Estamos ante un escenario en el que ha habido múltiples violaciones constitucionales e ilegalidades por parte del Presidente de la República y de su partido Morena.

Como nunca lo habíamos visto, en el país se despliega —desde Palacio Nacional a través de las mañaneras— una estrategia de elección de Estado que hace uso alevoso, descarado, de todos los recursos del aparato gubernamental para aplastar a los opositores y para buscar acallar a las voces críticas de la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

El uso de los programas sociales, a través de los mal llamados "servidores de la nación" y el uso de las mañaneras como propaganda electoral a favor de Morena, a pesar de múltiples resoluciones del INE y del Tribunal Electoral, así como el manejo reiterado de encuestas para hacer aparecer que la candidata oficialista tiene una “ventaja inalcanzable” y que, por lo tanto, será la indiscutible triunfadora de la elección de este próximo domingo; son el común denominador de este proceso “el más grande de la historia nacional”, en el que nos encontramos.

De la mano de esa estrategia, está la actuación de la delincuencia organizada, de los grupos criminales en más de la tercera parte del territorio nacional, que son los que insisten en decidir quiénes sí y quiénes no son candidatos; y bajan de la contienda a quienes no asumen esas pretensiones con intimidaciones o, incluso, con asesinatos. Ya son, al menos, 34 aspirantes o candidatos asesinados, sin incluir a personajes vinculados al escenario electoral, los que han sido víctimas fatales casi al cierre de las campañas.

Además, centenares (se habla de miles) de funcionarios electorales y funcionarios de casillas, han tenido que renunciar a la responsabilidad de ser integrantes de mesas directivas por la inseguridad a la que se enfrentan, sin incluir los reportes que ya comienzan a surgir de robos de boletas.

Recordemos que, hace tres años, el partido en el poder (Morena) ganó gubernaturas ayudado por bandas criminales que —hoy— han hecho de esas victorias su manera de controlar esos territorios, mientras los gobernadores y gobernadoras se hacen a un lado abandonando a las poblaciones, quienes quedan avasalladas ante la violencia y la confrontación de tales grupos.

Debemos dejar claro que, ante este escenario, la oposición hizo un trabajo que no le correspondía; pero lo presentó como un deber ante el silencio cómplice de nuestras autoridades y presentamos un “Mapa de Riesgo” a las entidades electorales, civiles y militares, para exigirles que aseguren que la jornada electoral de este domingo 2 de junio, pueda transcurrir en paz y tranquilidad, para que le dé seguridad a la población de que puede salir a votar sin ningún temor.

Se ha especulado mucho acerca de cuál va a ser el papel de las Fuerzas Armadas de nuestro país. Subrayo mi convicción que es, al mismo tiempo, un llamado respetuoso, firme y responsable, a los militares de México para que actúen conforme a lo que estrictamente les señalan la Constitución, las leyes y reglamentos militares, y que, aunque les den órdenes de actuar en contra de la población y no combatir a los criminales, asuman que no están obligados a obedecer órdenes superiores que violen dichas disposiciones.

¡No deben actuar en contra de la población porque —hoy— más que nunca, las elecciones de este 2024 se han convertido en un asunto de Seguridad Nacional!

La soberanía nacional radica en el pueblo, y la responsabilidad principal de nuestras Fuerzas Armadas es defender la soberanía nacional; es decir, las elecciones del próximo 2 de junio son un asunto de Seguridad Nacional.

Aprovecho la ocasión para hacer un llamado a que salgan a votar masivamente, porque lo que estamos decidiendo es la vida del país y de nuestras familias.

Será el voto ciudadano el que decida qué México queremos: democracia o dictadura.

Esta es la disyuntiva real. No hay lugar para terceras vías. Si la gente quiere un cambio, no eche a perder su voto apostándole a quien no va a ganar. Es decir, hay que hacer un ejercicio responsable del voto útil.

¡Todas y todos a votar!

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS