La sociedad mexicana enfrenta, ahora, una nueva embestida por parte del gobierno de Morena-AMLO, que pretende desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) como órgano constitucional autónomo. El objetivo es eliminarlo como árbitro imparcial, suspender la participación voluntaria de centenares de miles de ciudadanas y ciudadanos en las casillas electorales con el propósito de controlar los procesos —federal y locales— desde la Secretaría de Gobernación.
Quiere apropiarse, a su vez, de todos nuestros datos al quedarse con el Registro Federal de Electores y presidir y organizar —desde las oficinas gubernamentales— los procesos comiciales.
Advertimos en su momento, que la reciente reforma constitucional para fortalecer el militarismo era el camino hacia el afianzamiento del autoritarismo con peligrosos rasgos de dictadura; pero hubo quienes desoyeron estos llamados y se prestaron a ese juego perverso. Ahora, el “aprendiz de dictador” viene por el último reducto democrático para evitar perder, a como dé lugar, en el 2024.
Si capturan al INE, se cerrará de inmediato la posibilidad de realizar comicios democráticos y, con ello, correremos el riesgo de perder libertades y derechos sustanciales.
Evitar que eso suceda es ¡ahora! ¡ya! ¡hoy mismo! Una lucha de todos; no solo de los partidos políticos, de las cúpulas, sino también —y sobre todo— de la sociedad en su conjunto.
Por eso debemos desplegar todos los esfuerzos e iniciativas posibles, desde distintos ámbitos y sectores, con la consigna de que “al INE no se le toca”, y de “yo defiendo al INE”. Colocar estas leyendas en los carros, negocios, oficinas, casas particulares, masivamente. Ahora sí está muy claro que la disyuntiva es: DEMOCRACIA o DICTADURA.
Con lo anterior, debemos hacer un llamado a todos los partidos, especialmente a los opositores al gobierno, así como a todas y todos los legisladores de los mismos, para que no vayan a apoyar esas reformas regresivas y antidemocráticas.
Muy particularmente dirigimos un responsable llamado a las y los diputados y senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para que pongan por encima de todo, el interés superior de la Nación y la República Democrática; no “la disciplina de partido”.
Téngase en cuenta que, para que el gobierno logre una reforma con estas características, se requiere modificar la Constitución, lo que sólo se lograría con los votos del PRI y de algunos otros grupos, como sucedió con la militarización.
Personalmente, hace semanas señalé que si la dirección nacional del PRI violaba los acuerdos de la Coalición Va por México al acompañar la militarización, podría salirnos en cualquier momento con que: “Como es muy costosa la democracia mexicana, entonces abaratemos al INE y las cámaras legislativas”. Y, señalamos, que eso abriría el camino definitivo hacia la dictadura.
Pues ya estamos situados ante esta posibilidad. Si leemos con cuidado las declaraciones del porro Adán Augusto López, secretario de Gobernación, en el sentido de que puede haber un acuerdo con el PRI para esa reforma electoral.
¿Permitirán esto las y los priistas del país? ¿Desde sus dirigentes nacionales, estatales, y sus respectivos legisladores? ¿Serán tan insensatamente irresponsables como para asesinar la democracia y suicidarse políticamente?
Estas decisiones nacionales impactarán, inevitablemente, sobre los procesos electorales del 2023 en Coahuila y el Estado de México.
Un voto nacional del PRI con Morena para capturar al INE, puede anular la posibilidad de alianzas en esos estados y dificultaría enormemente (si no es que cancelaría definitivamente), la configuración de una amplia alianza político-electoral con el “tricolor” para las elecciones del 2024.
La disputa por el futuro de la nación se recrudece. El gobierno hará uso de todo lo que esté a su alcance para comprar voluntades y corromper instituciones como la CNDH que, vergonzosa e inconstitucionalmente, se lanzó contra el INE.
Y seguramente veremos más cosas irracionales porque, con vehemencia y demencia, AMLO quiere controlar y continuar en el poder más allá del 2024. Ya demostró lo que es capaz de hacer ¡No lo permitamos!
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