Se va aclarando la perspectiva electoral hacia 2024. Varios hechos se han vuelto evidentes. Primero que, debido al actuar de la SCJN, el INE sobrevivirá la campaña en su contra y estará ahí en la próxima elección federal. Segundo, que Morena va adelantado en los trabajos de proselitismo electoral, a pesar de que en su interior se da una lucha intestina por la candidatura. Tercero, que la oposición enfrenta una coyuntura delicada, pues las encuestas siguen mostrando una aceptación alta del presidente López Obrador y una sorprendente aprobación de sus políticas, excepto de las de seguridad. Cuarto, se van decantando algunos perfiles ciudadanos interesantes para fungir como candidatos de la oposición, a pesar de que todavía se carece de un procedimiento claro para seleccionar al abanderado(a) de la oposición. Quinto, ese es el caso de Xóchitl Gálvez como candidata para la Ciudad de México y de Ángel Gurría para la presidencia. Juntos representan una alternativa que no había cuajado previamente.
Xóchitl Gálvez ha avanzado en todas las dimensiones de la realidad política nacional, por su historia personal, su trayectoria profesional, experiencia política (Senadora de la República, delegada en Miguel Hidalgo), su franqueza y sentido común. Su participación en elecciones anteriores ha sido exitosa. Habla sin rodeos y de frente acerca de los problemas de la CDMX, con conocimiento, pues los ha venido analizando. “Y a la Ciudad, la entiendo, conozco sus problemas”. Hoy no hay en el horizonte otra figura que rivalice con ella como aspirante.
Por otra parte, Ángel Gurría ya expresó su deseo de participar en la contienda electoral por la Presidencia de la República. Se trata también de un caso bastante único, por lo que hoy tampoco se visualiza otra figura que rivalice con él, debido a sus capacidades, su experiencia en tareas de gobierno, su conocimiento en materia de políticas públicas y en asuntos internacionales (secretario de Hacienda, secretario de Relaciones Exteriores y secretario general de la OCDE, el principal think tank internacional en materia de políticas públicas). Hoy Ángel Gurría se posiciona como el aspirante a vencer en la contienda por la Presidencia, en la cual tiene múltiples ventajas.
Juntos, Xóchitl Gálvez y Ángel Gurría constituyen una dupla que se complementa y refuerza mutuamente.
Como se ha señalado aquí, es tiempo de que precandidatos ciudadanos de la oposición se pronuncien sobre sus aspiraciones y su oferta política. También se ha planteado la conveniencia de que oposición y organizaciones ciudadanas señalen a las personas que podrían aspirar a la candidatura y también, a posiciones en un gabinete y en un Congreso de oposición. El número de cargos de primer nivel que se disputarán en 2024 es tan grande que se requiere un planteamiento ciudadano integral.
Presentado así, la dupla parecería una propuesta evidente y ganadora, aunque no se ha presentado de esa manera. Quizá la ciudadanía padece de una ceguera de taller derivada de su justificado empeño en defender las instituciones de la democracia mexicana de los embates de AMLO y Morena, así como en definir un método para seleccionar candidatos.
Mientras, por la vía de los hechos Xóchitl Gálvez y Ángel Gurría se ubican en posiciones de ventaja por razones objetivas.