La cita es larga antes de culminar con esta afirmación: “es como el sol de cuya luz y benéficas influencias no hay quién no participe”. Paciencia y lean con calma ese texto que vale la pena.
“En esta constitución están perfectamente bien conciliados los intereses de todos los individuos de la sociedad, aún de los de las clases que parecen entre sí más opuestas e inconciliables según las ideas mezquinas de los políticos del día… Ella proporciona desde luego un acento general y rentas incomparablemente más cuantiosas que las que hasta ahora disfrutan todos los jefes, oficiales y soldados del ejército. A todos los abogados, médicos, literatos de profesión y a todos los obispos, canónigos y ministros del culto y todos los empleados en los diferentes ramos de la administración pública.
Esta constitución contiene medios seguros e infalibles de enriquecer a todos los pobres, en tales términos que si dentro de pocos meses se encuentra un solo mendigo que no estuviese abastecido de todos los medios de subsistir con desahogo, será únicamente porque los individuos del Congreso nacional y provinciales querrán más bien ceñirse al afán miserable de copiar errores de rutina, consignados en las legislaciones de otros pueblos, que cimentar la máquina política según las reglas eternas e invariables del arte de la asociación, descubiertas y aclaradas por uno de sus compatriotas.
Esta constitución tiene igualmente medios seguros e infalibles de pacificar a la patria, acallando todas las facciones y partidos que tienen desgarrado su seno, llamando a todos los ciudadanos al reposo por medio del resorte omnipotente de su interés individual, haciendo que cada uno se ocupe solamente de la fortuna que se le prepara, sin dejarle tiempo, ocasión o motivo de pensar ni aun remotamente, en turbar la paz de los demás. Esta constitución interesa a todas las naciones extranjeras en la prosperidad e independencia del Anáhuac (México), invitándolas a comerciar entre ellas en todos sus puertos.
En fin, esta constitución es como el sol de cuya luz y benéficas influencias no hay nadie que no participe: ella hace bien a todos, no hace daño a nadie, parece que no se puede esperar más de un legislador que bajase de los cielos, encargado de la misión de constituirnos”.
En lugar de la palabra “constitución”, ponga “Cuarta Transformación” y verá la actualidad de un texto publicado el 5 de abril de 1824, durante el proceso de redacción de la Constitución federal, en el periódico El Águila Mexicana, número 357. No hay nadie que no participe de su sol, el sol del presidente que bajó de los cielos para predicar amor y paz y hacernos a todos felices. El resultado de las elecciones de medio sexenio y de la consulta revocatoria, si es favorable a Andrés Manuel López Obrador, bien podría transformarlo en “legislador que bajase de los cielos, encargado de la misión de constituirnos”. En tal caso, Usted, estimada lectora, estimado lector, podría volver a leer el editorial de 1824, conservando la palabra “constitución” que se aplicaría tal cual a la Constitución de 2024. Doscientos años después.
Las esperanzas de 1824, a la hora del federalismo, eran las de la Primera Transformación; no se realizaron y tampoco las de la Segunda y de la Tercera transformación. La Mañana Auspiciosa que prometían los augurios de la Cuarta se deja esperar. Nuestro presidente acaba de repetir que todo marcha bien, que ya se está barriendo la corrupción, como las escaleras, de arriba hacia abajo, que ya no hay impunidad porque si bien “no es asunto nuestro, tampoco soy Poncio Pilatos”; el peso es la segunda monedad más fuerte después del yen, la inflación es mínima, lo que significa que el dinero rinde más para todos, las remesas de nuestros “héroes” que laboran en EU alcanzan un nivel récord, 900 mil Jóvenes construyen el Futuro, pronto 20 millones de mexicanos tendrán su tarjeta de Bienestar. Como decía el filósofo Pangloss en el cuento de Voltaire, Cándido: Tout est pour le mieux dans le meilleur des mondes. «Todo es para mejor en el mejor de los mundos posibles».
Historiador