El ajedrez es un juego difícil que motiva a pensar con rigor y lucidez. En su tiempo, el poeta Ralph Emerson (1795- 1821) dedujo: “¿Cuál es la tarea más difícil del mundo? … Pensar”. También el escritor James Allen (1864- 1912) concluyó: “Un hombre es literalmente lo que piensa… Tú estás hoy donde tus pensamientos te trajeron y estarás mañana donde tus pensamientos te lleven”.
Incluso René Descartes dedujo: “el pensamiento es lo único que no puede separarse de mí. Yo existo, es cierto, pero ¿durante cuánto tiempo? Ciertamente, mientras pienso”.
Ante el tablero hay que dirigir el pensamiento hacia determinados objetivos tácticos y estratégicos. Roberto Juarroz (1925- 1995), en su poema 26, de Cuarta Poesía Vertical, dice: “Quizá nos quedemos fijados en un pensamiento,/ pensándolo para siempre/… Morir no sería entonces/ nada más que el último esfuerzo de la atención,/ el abandono de otros pensamientos.”
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Partida. Gracias a un esfuerzo de atender y pensar, las blancas obtienen espacio, fuerza y posición ganadora.
Blancas: N. Christiansen
Negras: N. Lein
España 1990. Apertura inglesa
1.c4 Cf6 2.Cc3 e6 3.e4 d5 4.e5 d4 5.exf6 dxc3 6.bxc3 Dxf6 7.d4 e5 8.Cf3 exd4 9.Ag5 De6+ 10.Ae2 Ae7 11.cxd4 Axg5 12.Cxg5 De7 13.Dd2 Cd7 14.0–0 Cf6 15.Tfe1 0–0 16.Ad3 Dd6 17.c5 Dd8 18.Tab1 b6 19.Df4 Ab7 20.Te3 h6 21.Tg3 hxg5 22.Dxg5 Ce8 23.Dh6 f5 24.c6 (Diagrama. Comienza una maniobra de ataque con letales amenazas) Axc6 25.Dxc6 Tf6 26.Dc4+ Rh7 27.Th3+ Rg6 28.Dg8, rinden negras porque el mate es imparable.
