El ajedrez es un deporte que contribuye a la salud física y mental de quienes lo practican.
En su tiempo, el filósofo Arthur Schopenhauer (1788- 1860) dijo: “Es cierto que nada contribuye más a la felicidad que la salud… Todo debe ceder el paso a la salud”.
Si para ser feliz y competir con éxito hay que tener buena salud, es necesario detectar y extinguir en su principio cualquier enfermedad. El pensador Confucio dijo: “Cuatro cosas es necesario extinguir en su principio: las deudas, el fuego, los enemigos y la enfermedad”. Aunque el escritor Jonathan Swift (1667- 1745) también aseguró: “Los mejores médicos del mundo son: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría”.
El ajedrez distrae y divierte. Es el único deporte que se puede practicar vía internet, por consiguiente, en estos tiempos de pandemia y cuarentena, bien puede entretener sin riesgo alguno. Un refrán español dice: la salud no tiene precio, y quien la arriesga es un necio.
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Partida. Las blancas abren vías de penetración para sus piezas, lo que les permite dar el golpe decisivo.
Blancas: Nicolás Rossolimo
Negras: N. Romanenko
Salzburgo, 1948
Defensa siciliana
1.e4 c5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 g6 4.0–0 Ag7 5.Te1 Cf6 6.Cc3 Cd4 7.e5 Cg8 8.d3 Cxb5 9.Cxb5 a6 10.Cd6+ exd6 11.Ag5 Da5 12.exd6+ (Diagrama. Con iniciativa y ventaja de espacio, las blancas emprenden una contundente ofensiva) Rf8 13.Te8+ Rxe8 14.De2+ Rf8 15.Ae7+ Re8 16.Ad8+ Rxd8 17.Cg5. rinden negras porque el mate es imparable. 1-0.
