Como en las artes militares, en ajedrez hay que maniobrar.
Para el gran maestro Savielly Tartakower, una maniobra ajedrecística es una imposibilidad tornada no solamente posible, sino también lógica. Consiste en una serie de escaramuzas y movimientos destinados a lograr objetivos tácticos y estratégicos, por ejemplo, apoderarse de las casillas centrales, abrir columnas, debilitar la defensa del rival, etc. Ello requiere cálculo a profundidad, precisión y contundencia. Su ejecución depende de las circunstancias, los medios y el objetivo previsto.
Sin embargo, tanto en el tablero como en la política o en la guerra, hay que considerar la advertencia del general chino Sun Tzu, (545- 470 a. C.): “Si se maniobra con un ejército, maniobrar es ventajoso; con una multitud indisciplinada, es peligroso...” Por supuesto, todo depende de por qué, cómo y para qué
se maniobra.
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Partida: Las blancas maniobran para debilitar la defensa del monarca enemigo y se imponen mediante un ventajoso jaque a la descubierta.
Blancas: Viswanathan Anand
Negras: Alexey Dreev
Linares, España, 1997. Defensa siciliana
1.e4 c5 2.Cf3 Cc6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 d6 6.Ag5 e6 7.Dd2 a6 8.0–0–0 Ad7 9.f3 h6 10.Ae3 Dc7 11.g4 Ce5 12.h4 b5 13.Ae2 g6 14.g5 hxg5 15.hxg5 Txh1 16.Txh1 Ch5 17.Rb1 Cg3 18.Th7 Cc4 19.Axc4 Dxc4 20.b3 Df1+ 21.Rb2 a5 22.Th8 a4 23.Cdxb5 Axb5 24.Cxb5 axb3 (Diagrama. Las blancas vulneran la defensa del monarca rival para dar el golpe decisivo y someterlo) 25.Cxd6+ Rd7 26.Cf5+, rinden negras, 1-0.
