Para concretar un objetivo, tanto en ajedrez como en la vida, es útil hacer planes. Según el teórico Alexander Kotov (1913-1981), “en la partida de ajedrez, plan es un conjunto de operaciones estratégicas sucesivas, realizables según las ideas que sugieren las exigencias de la situación creada en el tablero”. Sin embargo, pocas cosas suceden según lo planeado, aunque, bien o mal, suceden. En ajedrez, el plan debe surgir de un juicio pormenorizado y en función de una meta. Para que sea eficaz, agrega Kotov, “debe basarse en la valoración, esto es, en el trabajo creador, acompañado de ingeniosidad e imaginación y dirigido por las particularidades de la posición, y no en la ficción ni en la fantasía ni tampoco en el posible vuelo retozón y desordenado de las ideas”. Por eso tuvo razón el filósofo Arthur Schopenhauer (1788-1860) cuando dijo: “En la vida ocurre lo que en ajedrez. Trazamos un plan, pero éste está condicionado a lo que haga el adversario, y en la vida, por las vicisitudes del destino”.

PARTIDA

Las blancas proyectan pasar rápidamente al ataque, pero las negras contraatacan e imponen su plan ganador.

Blancas: Matfei Nikologorsky

Negras: Goergius Goumas

Chalkidiki 2007. Apertura inglesa.

1.c4 e5 2.Cc3 Ab4 3.Cd5 Aa5 4.e4 c6 5.Ce3 Cf6 6.Dc2 0–0 7.c5 b6 8.Ad3 bxc5 9.Dxc5 d5 10.Ce2 Aa6 11.Dc2 Axd3 12.Dxd3 Cxe4 13.a3 Ab6 14.b4 Cd7 15.Ab2 f5 16.0–0 Rh8 17.Tac1 f4 18.Cd1 Dg5 (Diagrama. La ofensiva blanca inspira las respuestas de las negras) 19.Txc6 f3 20.Cg3 Cxg3 21.Txb6 Ce2+, rinden blancas, 0–1.

rjavier.vargas.p@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS