Como juego de ingenio, el ajedrez estimula la memoria, el hábito de pensar antes de actuar, el deseo de aprender, el placer de reflexionar e incluso predispone a concretar en hechos ideas, planes y proyectos. De ahí la importancia de su incorporación a la enseñanza en todos los niveles. El educador venezolano Luis Alberto Machado (1932- 2016), en su libro La revolución de la inteligencia señaló: “Nadie nace genio ni predestinado a serlo.
No existe diferencia entre la naturaleza de la inteligencia de un genio y la de un hombre normal… ¡Todos somos inteligentes! Hasta ahora se ha enseñado conocimientos, pero no se ha enseñado a pensar”.
Con razón el pensador Confucio (551-479 a.C.) dijo: “Estudiar sin pensar es tan inútil como pensar sin estudiar”. Incluso el prusiano Federico II (1712- 1786) señaló: “Conocimientos puede tenerlos cualquiera, pero el arte de pensar es el regalo más escaso de la naturaleza”. Es más, el poeta Theophile Gautier (1811- 1872) sostenía: “Genio es aquel que, en todo instante, sabe plasmar en hechos sus conocimientos”.
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