El ajedrez ejercita la memoria. El poeta alemán F. von Schiller (1759- 1805) decía: “Una memoria ejercitada es guía más valiosa que el genio y la sensibilidad”.

Ante el tablero, todo ajedrecista debe recordar aperturas, teorías del medio juego, sistemas de ataque, técnica de finales, etc. Cuantos más conocimientos y experiencia posee, más fácil le es rememorar temas precedentes.

El recuerdo de partidas clásicas constituye un valioso arsenal para el combate de ideas. El poeta español Manuel Altolaguirre (1905- 1959) dijo: “Memoria: labra en el aire las figuras de los enardecidos combatientes, y las antiguas frondas son rivales de este recuerdo en tan desierto olvido”.

En su tiempo, el emperador y ajedrecista Napoleón Bonaparte (1769- 1821) opinó: “Una cabeza sin memoria es como una fortaleza sin guarnición”. Por consiguiente, conviene enriquecer y preservar nuestro repertorio memorístico porque, según el poeta francés Paul Geraldy (1885- 1983), “llegará el día que los recuerdos serán nuestra única riqueza.”

Los recuerdos serán nuestra única riqueza
Los recuerdos serán nuestra única riqueza

Partida. Esta miniatura es atribuida a Napoleón Bonaparte. En ella hace entrega de material para desplegar un ataque que culmina en un memorable jaque mate.

Blancas: Napoleón Bonaparte

Negras: Henri Bertrand

Santa Helena, 1818

e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.d4 Cxd4 4.Cxd4 exd4 5.Ac4 Ac5 6.c3 De7 7.0–0 De5 8.f4 dxc3+ 9.Rh1 cxb2 10.Axf7+ Rd8 11.fxe5 bxa1=D 12.Axg8 Ae7 13.Db3 a5 14.Tf8+ (Diagrama. Sacrificios para atrapar al rey negro) Axf8 15.Ag5+ Ae7 16.Axe7+ Rxe7 17.Df7+ Rd8 18.Df8, jaque mate.

Google News

TEMAS RELACIONADOS