El ajedrez es un juego de ingenio que estimula la creatividad. El poeta Octavio Paz (1914-1998), en referencia a la creación literaria dijo: “En el momento de la creación, aflora a la conciencia la parte más secreta de nosotros mismos”.
En el juego ciencia son la memoria, el talento y la inspiración las que aportan comprensión, coherencia y eficacia, pero lo que resuelve problemas, innova e ilumina el camino hacia la victoria es la creatividad. El punto de partida es el talento y la experiencia, que el jugador creativo actualiza y enriquece constantemente, pero es la condición épica, espiritual y lúdica del deporte ciencia la que confiere creación y alegría.
Con razón el filósofo francés Henri L. Bergson (1859-1941) dijo: “Siempre que hay alegría hay creación. Mientras más rica la creación, más profunda la alegría”. Es más, el poeta Charles Baudelaire (1821- 1867) concluyó: “Lo que es creado por el espíritu es más vivo que la materia”.
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Las blancas imponen cambios para destruir la fortaleza del rey negro, crear vías de acceso y tenderle una letal red de mate.
Blancas: Vassily Smyslov
Negras: Gedeon Barcza
Budapest, 1949. Defensa siciliana.
1.e4 c5 2.Cf3 Cc6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 d6 6.Ae2 e6 7.0–0 a6 8.Ae3 Dc7 9.f4 Ae7 10.De1 0–0 11.Dg3 Rh8 12.Tf2 Ad7 13.Td1 b5 14.a3 Tac8 15.Ad3 g6 16.Cf3 b4 17.axb4 Cxb4 18.Cg5 Rg7 19.f5 exf5 20.Ad4 Rg8 21.exf5 Da5 22.fxg6 Cxd3 23.gxh7+ (Diagrama. La defensa del rey negro está destruida) Cxh7 24.Cxh7+ Ag5 25.Cxg5 Cxf2 26.Ce6+, rinden negras. 1-0.
