La pieza más poderosa del ajedrez es la dama.
Puede moverse de manera horizontal, vertical y diagonal, con lo que asume la versatilidad de las torres y la oblicuidad de los alfiles. Su fuerza equivale a nueve peones.
Este empoderamiento no es de ahora, sino que viene de los albores del renacimiento, cuando un combativo movimiento feminista italiano rechazó que fuera el visir o ferz (primer ministro), el que luchara junto al rey, en vez de la reina, su consorte.
Por su agresividad, la dama es desbastadora en los ataques dobles y cuando ingresa al campo rival puede provocar daños letales.
Sin embargo, la teoría recomienda no exponerla en avances prematuros, ya que si muchas piezas se convierte en fácil blanco del enemigo. Por su valor táctico, sus combinaciones y sacrificios suelen dar la victoria.
rjavier.vargas.p@gmail.com
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