Hay partidas de ajedrez que desde la apertura los contendientes atacan y contraatacan con abundancia de maniobras, combinaciones y sacrificios. Para el maestro Savielly Tartakower (1887- 1956), “la maniobra es una imposibilidad tornada no solamente posible, sino también lógica”; la combinación, “una chispa divina, como meteoro que ilumina la partida”; y el sacrificio se define como entrega de material para recuperarlo con ganancia.
Según el teórico Alexander Kotov, “Una partida de ajedrez es una batalla entre dos ejércitos y el jugador es un caudillo”. Otros recursos tácticos y estratégicos son las clavadas, los jaques dobles, los peones pasados, las amenazas, los bloqueos, los peones envenenados, las desviaciones, etc. Pero los más útiles son las maniobras, los sacrificios y las combinaciones que, además, contribuyen a la belleza del juego. Se atribuye al maestro Emanuel Lasker la frase: “La chispa de la combinación puede ser encendida sólo por el secreto de la maniobra”.