Como réplica de la vida, el ajedrez requiere, a veces, jugadas de espera, entendidas como movimientos neutros, ni de ataque ni defensa, que se hacen para ceder el turno al rival a fin de conocer sus intenciones. Como recurso táctico, permiten ver la posición con más claridad y perspectiva. La espera supone paciencia, cautela y sagacidad.
Según el gran maestro Rubén Fine , en su libro El medio juego en ajedrez, “con frecuencia, la única posibilidad de sobrevivir consiste en adoptar una actitud filosófica: quedarse tranquilo y esperar que los acontecimientos sigan su curso” .
En estos tiempos de espera en casa a que pase la pandemia de coronavirus, debemos hacer algo similar a las jugadas de espera ajedrecísticas: proceder con disciplina, tener paciencia y esperar.
Sin embargo, un aforismo reza: “La vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia”. Aunque el pensador chino Lao Tse (siglos VI- V a.C.) aseveró: “El verdadero sabio espera en la quietud”.
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Partida: Las blancas esperan para ganar tiempo y conocer las intenciones del rival.
Blancas: Yanovsky
Negras : Chayes
Nueva York, 1916. Apertura de peón dama.
1.d4 Cf6 2.Cf3 d5 3.c4 e6 4.Ag5 Ae7 5.e3 Cbd7 6.Cc3 c6 7.Ad3 dxc4 8.Axc4 b5 9.Ad3 a6 10.0–0 c5 11.Tc1 Ab7 12.De2 (Diagrama. Jugada de espera para conocer los planes del contrario) 0–0 13.Tfd1 Db6 14.Ce5 Tfe8 15.dxc5 Cxc5 16.Axf6 Axf6 17.Axh7+ Rxh7 18.Dh5+ Rg8 19.Dxf7+ Rh7 20.Cd7 Cxd7 21.Txd7 Ac6 22.Ce4 Axb2 23.Cg5+ Rh6 24.g4 g6 25.h4 Th8 26.Dh7+ Txh7 27.Txh7, jaque mate. 1-0.
