Entre las cualidades que debe desarrollar todo ajedrecista está la clarividencia, entendida como capacidad de comprender el juego con claridad y precisión. Según el filósofo francés Henri Bergson, “hay dos clases de claridad: la que nos presenta ideas ya poseídas, y la que nos presenta ideas radicalmente nuevas captadas por la intuición”.
En su tiempo, el estratega chino Sun Tzu dijo: “Las cualidades indispensables de un general son, ante todo, la clarividencia, el arte de hacer reinar la armonía entre sus fuerzas y una estrategia respaldada por planes de largo alcance”. En coincidencia, la clarividencia que requiere el ajedrez es decisiva para hacer cálculos y concebir tácticas y estrategias a corto, mediano y largo alcance. Por eso en el texto Viaje al reino del ajedrez se lee: “al realizar una combinación, unas veces es necesario calcular largo y otras muy largo, pues algunas posiciones requieren tener vista de águila; si no, la respuesta del adversario puede ser sorprendente y desagradable”.
rjavier.vargas.p@gmail.com
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