Como juego de inteligencia, el ajedrez requiere comprensión, palabra que alude a la capacidad y perspicacia para captar la esencia de un hecho, procedimiento o problema. La percepción de la lucha a corto, mediano y largo plazo facilita la refutación de los planes tácticos y estratégicos del adversario y la creación de las condiciones necesarias para lograr la victoria.
Descubrir el sentido de una posición, así como sus posibles variantes, subvariantes y combinaciones, ayuda a despejar enigmas, rechazar ataques, evitar debilidades y hallar los recursos indispensables para vencer la resistencia de un rival que también aspira a triunfar. En su tiempo, el psicólogo indio Anthony de Mello (1931-1987) concluyó: “En última instancia la solución de los problemas no consiste en hacer ni dejar de hacer, sino en comprender; porque donde hay verdadera comprensión no hay problemas”. Es más, el científico y artista italiano Leonardo da Vinci (1452- 1519) dijo: “El placer más noble es el júbilo de comprender”.
PARTIDA
Las negras se apoderan de una columna clave, consolidan su posición y emprenden la ofensiva final.
Blancas: Zenón Franco
Negras: Marcel Sisniega.
Sevilla, 1992. (Eco A13)
1.Cf3 d5 2.c4 e6 3.e3 Cf6 4.b3 c5 5.Ab2 Cc6 6.cxd5 exd5 7.Ab5 Ad6 8.0–0 0–0 9.d4 cxd4 10.exd4 Ag4 11.Ae2 Te8 12.Cbd2 Dc7 13.h3 Ah5 14.Te1 Te7 15.Tc1 Af4 16.Tc5 Tae8 17.g4 Ag6 18.Af1 h5 19.Txe7 Dxe7 (Diagrama. Las negras han tomado el control de una columna clave) 20.g5 Ce4 21.Txd5 Cxd2 22.Cxd2 De1, rinden blancas. 0-1.
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