Empiezan a surgir dudas de qué tan competitiva será la candidata del Frente Amplio por México, la senadora Xóchitl Gálvez, en las elecciones de 2024. Inicialmente era un gran fenómeno en redes sociales y en medios de comunicación, pero algo está pasando que, al parecer, las mujeres están tomando distancia de ella.
Primero, se dejó grabar en una cantina en Chihuahua el 21 de julio, en donde bromeaba con besar un platillo en forma de pene. El post tuvo un alcance de un millón de personas y 90% de comentarios negativos. Luego, apenas este sábado subió una entrevista que se realizó para promocionar a una cadena de hoteles, en la que ella se mete a la cama con un periodista para contestar preguntas, y compartió cuestiones íntimas de su matrimonio. Esta entrevista tuvo un alcance de 286 mil personas y también un sentimiento muy negativo.
Con estos tipos de mensajes y sus discursos, en donde dice groserías, parece que está alejando el voto de las mujeres en su entorno, algo que las dirigencias de los partidos tienen en su percepción, por lo que han mandado a hacer una batería de encuestas para afinar el tono y la narrativa de su “candidata”. Y, en este mismo tema, cuando fue entrevistada en N+ (Televisa) el 31 de agosto por Enrique Acevedo, la audiencia tuvo una caída de cientos de miles de personas.
A veces sucede que es difícil agradar a las audiencias, más cuando te empiezan a conocer y se están formando una opinión. Esto le pasó en 2016 a Denise Maerker cuando llegó al Noticiero estelar de Televisa y se cayeron las audiencias, según narra en The New York Times la periodista Natalie Kitroeff. La televisora y Maerker trabajaron mucho en su percepción, cuidando su imagen, su discurso y, desde luego, las notas que presentaba para “agradar” a la audiencia femenil. Maerker lo logró con creces, hasta lograr “el triple de espectadores que su competidor más cercano”. Pero le tomó tiempo.
Igual, ganarse a los votantes y, particularmente a las mujeres, es algo que llevará tiempo a Xóchitl, pero es un recurso del que tiene poco. De hecho, con los videos que está publicando, como los arriba señalados, está alejando la simpatía de las mujeres por ella. Y sí, la mujer mexicana en el rango de 30 a 65 años es bastante conservadora y no ve con buenos ojos una comunicación vulgar. Piensan, pues, que no es un buen ejemplo para la familia. Podemos estar o no de acuerdo con esta forma de pensar, pero es una realidad, sobre todo en el norte del país, que es una zona de gran conservadurismo y donde podría haber una reserva de importantes votos para la oposición.
Hay quienes seguramente dirán que el ir a todas las entrevistas y postear cosas “vulgares” ayuda a conseguir el voto de minorías, y que de minoría en minoría se van construyendo mayorías. Pero en este caso me parece que el tiempo es un factor y que este tipo de mensajes no abonan a Xóchitl Gálvez. De hecho, parece que la senadora panista no trae una eficiente coordinación de campaña y que, sencillamente, le entra a todo, sin saber qué le sirve y qué le afecta. Mientras tanto, su competidora, Claudia Sheinbaum, parece ser más estratégica y cuidadosa, evitando errores del pasado, como cuando subió un video siendo entrevistada por un luchador (Escorpión Dorado), lo que le generó muchas críticas por el formato, el entrevistador y aceptar burlas a sus propios policías.
Faltan aún varios meses para la jornada electoral del 2 de junio de 2024, pero los errores son costosos y tardan en remediarse. Y la oposición tiene poco margen para equivocarse, pues van a competir contra un aparato electoral (partido y gobierno) bien articulados y dispuestos a hacer lo que sea para ganar.
En todas las campañas hay aprendizajes, pero debe quedar claro que la “candidata” del frente opositor trae un problema importante con el electorado femenino. Habrá que ver cómo corrige. Y, lo que dice, con quién lo dice y cómo lo dice son elementos por mejorar.
Cambiando de tema. El presupuesto de comunicación social federal para el próximo año contempla un incremento de 42%. ¡Cómo se nota que hay elecciones!