Javier Tejado Dondé

La selección con estadios vacíos pone en duda viabilidad económica de la FMF

Ahora que los estadios están semivacíos y que la audiencia televisiva está a la baja, la FMF debe definir qué hacer

Javier Tejado Dondé. Foto: EL UNIVERSAL
17/09/2024 |02:52
Javier Tejado Dondé
autor de OpiniónVer perfil

La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) está considerando poner fin a lo que fue un muy lucrativo contrato con Soccer United Marketing (SUM), empresa que le organiza los juegos amistosos de futbol en Estados Unidos desde 2002. Son los llamados juegos “moleros”: partidos amistosos de la selección nacional contra otros equipos de bajo nivel, tanto así que les permite a los jugadores mexicanos irse de compras a los “malls” (centros comerciales) y, por ello, la denominación de molero.

Estos juegos históricamente servían para llenar estadios con migrantes mexicanos añorando tener por un par de horas algo de su querido México, y ser un ingreso fácil para la FMF vía entradas al estadio, vendidas en cientos de dólares, y derechos televisivos en EU y México, vendidos en una millonada. Los ingresos se los queda la FMF y una parte también se redistribuye entre los equipos de la LigaMX.

El descontento de la afición mexicana ha ido en aumento con la selección nacional y este tipo de partidos, percibidos como sin relevancia deportiva, y han desgastado la relación entre el equipo y sus seguidores.

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Estadios semivacíos en recientes partidos, como el jugado contra Canadá en el AT&T Stadium de Dallas, son prueba del desencanto. En el estadio, con capacidad para más de 70 mil personas, apenas se ocupó la mitad de su aforo. Lo mismo pasó en el Rose Bowl, de Pasadena, un escenario que históricamente se llenaba con 90 mil personas y ahora sólo tuvo 25 mil para ver al equipo nacional jugar contra Nueva Zelanda. Este desinterés ha sido un duro golpe para la FMF, que ahora se enfrenta a la necesidad de reinventar la manera en que la selección conecta con su afición y los recursos que de ellos llegan al futbol mexicano.

Además del desinterés en los juegos, las redes sociales han sido un campo fértil para la expresión del malestar contra la selección mexicana. Según un análisis reciente de Xpectus by Metrics, 68% de las interacciones en redes sobre el equipo nacional han sido negativas en el último mes. Entre las principales críticas destacan el mal desempeño del equipo, la falta de figuras carismáticas y la escasa asistencia en los estadios. En contraste, apenas 32% de los comentarios fueron positivos, motivados principalmente por la presentación de Javier Aguirre y Rafael Márquez como nuevo cuerpo técnico y el triunfo de la Sub-20 de México contra Estados Unidos.

Ahora que los estadios están semivacíos y que la audiencia televisiva está a la baja, la FMF debe definir qué hacer. Puede cortar con SUM, que ha organizado los juegos por años, aduciendo que es su culpa la baja en la audiencia, aunque seguramente habría demandas, pues el contrato vence hasta 2028. Eso a menos de que SUM también quiera romper ya con la FMF por lo oneroso que le resulta organizar eventos con bajas audiencias.

La otra opción que parece analizarse es terminar con los juegos moleros y mejorar la calidad de los rivales, lo que permitiría elevar el nivel deportivo e intentar volver a captar el interés de la afición.

Sencillamente, la FMF está en riesgo de fracasar en sus planes económicos. Apostó mucho a inversionistas foráneos, que no se han materializado, y en los ingresos millonarios de juegos en EU, mismos que van a la baja con una afición en aquel país más interesada ya en partidos de la Mayor League Soccer, que se ha convertido en un mejor espectáculo.

Una FMF que apostó todo a generar “mucho dinero”, sin mejorar la calidad del futbol nacional, está en problemas. Debería apostar a lo central, lo único relevante: el juego y la afición. Lo que está sucediendo en el futbol nacional no pasa desapercibido en el gobierno que está por entrar. De hecho, piensan nombrar un “representante” para asegurar que se den las mejores condiciones rumbo a la próxima Copa Mundial, y para 2026 ya vamos tarde. Lo que ahora está en juego es el futuro del futbol nacional y no dudemos ver ocurrencias como nacionalizar jugadores extranjeros para ser más competitivos en partidos venideros. Eso tampoco será una solución de fondo. Pero la desesperación empieza a apoderarse del futbol nacional.

X: @JTejado

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