El presidente López Obrador funda buena parte de su gobernabilidad en la comunicación que hace desde sus mañaneras y en sus mensajes promocionales. Es a través de este tipo de comunicación que millones de personas forman su criterio sobre la 4T y, en particular, sobre el mandatario.
Pero las restricciones que la ley pone a funcionarios para comunicar durante las elecciones trastocarían su principal esquema de gobernabilidad el año entrante, de tal suerte que el gobierno federal tiene en marcha una estrategia para cambiar varias de éstas que datan de 2007:
Transmisión de mañaneras: la ley electoral y los criterios del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF) han sostenido, desde hace más de 10 años, que durante elecciones no se pueden hacer ruedas de prensa para actos de propaganda gubernamental. Éstas sólo se pueden realizar para temas de emergencias relacionados con educación, salud o protección civil, a fin de no alterar la equidad de la contienda.
El primer sancionado por dar una conferencia de prensa en elecciones locales fue Felipe Calderón, en 2010, por presumir sus logros en materia de seguridad. La autoridad electoral determinó que había violado la Constitución al hacer propaganda gubernamental.
El anterior criterio sigue tan vigente que el año pasado se sancionó a Canal Once con 250 mil pesos y al Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano con 594 mil pesos por llevar las mañaneras en Puebla cuando había proceso electoral local.
A pesar de ello, el Presidente ha decidido seguir con sus mañaneras y que éstas se vean en Coahuila e Hidalgo, aun cuando ambas están en proceso electoral. Así que van a usar estas dos entidades para buscar nuevos criterios y que las mañaneras continúen el año entrante que hay elecciones en el país.
Informes de labores: también están utilizando el Segundo Informe de labores de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México para asegurar que éstos se puedan realizar. Actualmente, Claudia Sheinbaum está en los días en que puede aparecer en medios de comunicación con mensajes alusivos a su Informe en la CDMX, pero como hay elecciones en el vecino Hidalgo y ahí se escuchan las estaciones de radio y TV de la CDMX, lo tendrían que detener para no afectar la contienda a favor de Morena. Tan es así que el PAN ya presentó una queja.
En síntesis, los partidos de izquierda idearon en 2007 un modelo de comunicación política con el ánimo de afectar en ese entonces al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, y complicar su llegada a la Presidencia. Estas reglas han limitado mucho la comunicación presidencial, pero también han complicado la labor de los medios de comunicación y de los periodistas, al sujetarlos sin fundamento a procesos especiales sancionadores.
Es una buena idea que la 4T tenga una estrategia para romper el absurdo modelo de comunicación que idearon algunos políticos, la mayoría de izquierda. No deja de ser irónico que sea el primer presidente de izquierda el que quiera quitarse ataduras que sus correligionarios legislaron.
Ojalá que la 4T tenga éxito y que la flexibilización no sólo beneficie a los gobernantes de Morena, sino a todos los funcionarios, con independencia de partido. En cuestión de días sabremos si logran, ante el INE y el TEPJF, nuevos criterios. Sería un logro importante para la 4T, aunque no dejaría de ser sorprendente que lo consigan sin haber cambiado una sola ley.