El regulador de las comunicaciones en México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), acaba de publicar un amplísimo estudio sobre el consumo de medios en nuestro país. Éste contempla más de 112 mil encuestas en México.
La primera sorpresa es que no sólo la TV abierta sigue siendo el principal medio de comunicación en nuestro país (93% de los hogares cuentan con dos televisores en su interior), sino que, de la encuesta del año pasado a la de este año, el número de personas que ven TV abierta creció en 8%.
La empresa que mide ratings, Nielsen-Ibope, también ha reportado un crecimiento de 6% en las audiencias de este tipo de medio en los últimos meses. Los canales más vistos son, en orden de relevancia, Las Estrellas, Azteca Uno, Canal 5 y Azteca 7.
El hecho de que, a diferencia de lo que sucede en Estados Unidos y Europa, las principales plataformas digitales (Netflix, Amazon, Uber o Mercado Libre) se anuncien en TV, deja ver lo potente que ésta sigue siendo. De hecho, Televisa ha compensado la caída en ventas gubernamentales a través de los anuncios de plataformas digitales.
El crecimiento en México de la TV abierta, con mayor audiencia que las plataformas digitales, tiene que ver con contenidos novedosos que atraen a las audiencias a la pantalla chica. Entre ellos, han sido muy sobresalientes ¿Quién es la máscara?, La Usurpadora y Me caigo de risa, de Televisa, y Exatlón, de TV Azteca. Por ejemplo, ¿Quién es la máscara?, antier, en su emisión final logró juntar a 9.8 millones de personas, algo no visto en los últimos años en México y meta difícil de alcanzar para cualquier plataforma digital o de TV en el mundo.
Una parte importante del crecimiento de la TV abierta son sus noticiarios. Hay dos que destacan, En Punto con Denise Maerker, de Televisa, con una audiencia promedio en los últimos 30 días de 2.5 millones de personas, e Imagen Noticias con Ciro Gómez Leyva, de Imagen Televisión, con 630 mil personas. Estos dos noticieros, a pesar de audiencias distintas, tienen un elemento poco común en la TV abierta: logran subir la audiencia de la serie o novela que les antecede. Eso habla de que ambos comunicadores, a menudo, atraen más audiencia de la que reciben.En la TV de paga, que está disponible en más de la mitad de los hogares mexicanos, los canales más vistos son iguales a los de la TV abierta y en ese mismo orden: las estrellas, Azteca Uno, Canal 5 y Azteca 7. Eso habla de lo atractiva que es la televisión nacional y que logra superar a cientos de canales extranjeros disponibles en plataformas de TV de paga.
Con menos de la mitad de audiencia que los canales nacionales, en orden de preferencia, les siguen en TV de paga los canales de Fox, Discovery, Cartoon Network, Discovery Kids e ESPN.
Respecto a los niños en México, vale la pena señalar que sus hábitos han cambiado, dado que, prácticamente, los programas dirigidos
a este público han desaparecido de la TV al
quedarse sin patrocinio por restricciones (que datan de 2014) a bebidas y alimentos de alto contenido calórico.
De tal manera que, sin anuncios de pastelitos, papitas, refrescos y hasta de yogures, los niños mexicanos han cambiado sus hábitos, pero de consumo de contenidos audiovisuales, no de consumo alimenticio.
La mayoría ha migrado a ver Canal 5 y Las Estrellas —que más que programas infantiles, son familiares—. Y para ver programación totalmente infantil, han optado por canales extranjeros como Cartoon Network y Discovery Kids, programadores, ambos, que no tienen las prohibiciones de la TV nacional. Así que, con absurdas regulaciones del sector salud federal, los niños no sólo siguen viendo anuncios que no deberían ver, sino que además se sumergen en los estereotipos de la cultura estadounidense.
Un canal de TV nacional, el 11 del Instituto Politécnico Nacional, que ha hecho un esfuerzo a lo largo de 18 años para tener programación infantil, apenas y pinta en los registros de audiencia, lo que es una tristeza. Pero, de hecho, es el único medio público mexicano que aparece en las preferencias de los mexicanos y esto es gracias a sus contenidos infantiles.
En lo referente a la radio, este es un medio cada vez menos escuchado. El reporte del IFT señala que apenas 39% de la población la escucha. A pesar de su enorme importancia como industria cultural, la insensibilidad de las autoridades está matándola: no han hecho cumplir el acuerdo del IFT (2017) para que en los celulares se escuchen las frecuencias de FM; plataformas extranjeras como Spotify —que en el mundo ya tiene más de 230 millones de usuarios— siguen sin pagar impuesto alguno en México mientras que la radiodifusión sigue sobre regulada. Y, finalmente, el IFT sigue sacando más frecuencias al mercado. Ahora, lanzará otras 319 estaciones de radio, que lo único que asegurarán será la canibalización entre las estaciones existentes.
En materia de contenidos digitales, entre los hábitos de consumo de los internautas nacionales, de acuerdo con el Top 100 de ComScore, encontramos que los sitios más visitados en México son, por orden, Google, Facebook, Microsoft, Mercado Libre, Grupo Carso, Grupo Televisa, Twitter, Pinterest y EL UNIVERSAL. Y en cuanto a sitios informativos, se ubica en orden a EL UNIVERSAL, Milenio, Excélsior, Uno TV y Televisa como los portales que los mexicanos consultan más para informarse. Esto con base en la medición de agosto de 2019.
Así, en el ecosistema de medios unos avanzan y otros retroceden. La única constante son las sorpresas y que nada está escrito con audiencias cada vez más sofisticadas y demandantes.
Cambiando de tema: Ahora que al ex presidente Felipe Calderón le salió lo ‘puritano’ al decir que nunca presionó a otros poderes u organismos autónomos, vale la pena recordarle lo aquí escrito el 5 de enero de 2016: “el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Héctor Osuna, fue forzado a renunciar en 2010, por el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, so pena de enfrentar investigaciones federales inventadas. Con ello, el régimen calderonista tomó el control del regulador de las telecomunicaciones, imponiendo a tres de los cinco comisionados”.
Así que hicieron lo mismo de lo que ahora se quejan, lo que evidencia que regímenes de derecha y de izquierda no son precisamente respetuosos de la división de Poderes y, a menudo, usan todo tipo de artimañas para conseguir sus objetivos. El tema no es quién presiona, sino el que se deja presionar.