Luego de las cuestionadísimas elecciones en Venezuela, en donde todo apunta a que el régimen perdió y no lo reconoce, el gobierno ha estado bloqueando algunas redes sociales con dos objetivos: 1) para que la ciudadanía no se informe por esas vías de las convocatorias a protestar y de los hechos violentos que están ocurriendo (los medios tradicionales ya están cooptados y/o sobrerregulados); y, 2) para complicar la comunicación de los liderazgos opositores a través de aplicaciones encriptadas.
Las aplicaciones que en este momento están bloqueadas en Venezuela son X (antes Twitter), Signal, Amazon, CloudFront y Reddit. Asimismo, el presidente Nicolás Maduro trae una campaña para que la gente deje de usar WhatsApp, por lo que parece ser la siguiente. El gobierno venezolano ordenó a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones bloquear estas plataformas, de entrada, por 10 días. ¿Cómo se puede hacer esto?
Para bloquear el acceso a estas plataformas, el gobierno venezolano ha ordenado a sus proveedores de internet que implementen filtros o bloqueos específicos a las direcciones IP y servidores utilizados por esas aplicaciones. Esto significa que cuando los usuarios intenten conectarse a ellas, sus solicitudes no podrán llegar a los servidores, bloqueando efectivamente su acceso. Así, sencillamente, quienes acaban haciendo el bloqueo son los proveedores de internet (fijo o móvil) en Venezuela.
El mecanismo para implementar el bloqueo es el mismo que utilizan los operadores en cualquier parte del mundo para instrumentar ofertas conocidas como ‘zero-rating’, es decir, la promoción que dan proveedores de servicios de internet en la que exentan de cobranza a usuarios finales por la utilización de datos relativos a ciertos servicios. Es como cuando una empresa de telefonía móvil ofrece a sus clientes acceso sin costo a Facebook o a X.
En Venezuela, expertos en comunicaciones afirman que las medidas del régimen chavista llevan más de una década y que las actuales prohibiciones son parte de un sistema más complejo que pretende garantizar el control federal en todos los ámbitos. “Imponer la vigilancia gubernamental y sembrar el terror para impedir que la gente se exprese y organice”, dijo Luis Serrano, según Wired.
Para evitar los bloqueos gubernamentales, los venezolanos están activando redes privadas virtuales (VPN). Estas conexiones cifradas ocultan la identidad de las personas que navegan en la red y les permiten acceder a los sitios de las apps bloqueadas, pero en otros países. Incluso, hay grupos de expertos en ciberseguridad que han posteado videos, como los de VpnMentor, para ayudar a los ciudadanos a sortear las barreras del chavismo. De hecho, se reporta un aumento de 500% en el uso de VPNs en Venezuela. Otra forma de evitar las restricciones sería con un equipo de Starlink (al igual que X, también es propiedad de Elon Musk) y conectarse a su red de banda ancha satelital. Este sistema no está autorizado en Venezuela, pero sus antenas se venden en Colombia y Brasil, países vecinos.
En México, a diferencia de lo que acontece en Venezuela, ninguna autoridad tiene facultades legales para “bloquear” el internet. La Ley Federal de Telecomunicaciones no autoriza al Instituto Federal de Telecomunicaciones, ni a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, para ordenar a proveedores de este servicio bloquear sitios. Pero si el gobierno quisiera hacerlo, seguramente encontraría alguna norma genérica y, como no hay suspensión en materia de telecomunicaciones, difícilmente un juez podría detener la medida en el corto plazo. Además, con la Reforma Judicial, que parece que el oficialismo va a aprobar, es altamente improbable que los nuevos jueces fallen contra el gobierno en casos relevantes.
Así que las “benditas redes sociales” están en riesgo en varias partes del mundo. Antes, los gobiernos tiránicos tomaban el control del papel para censurar a los medios impresos o quitaban concesiones de radio y TV. Hoy todo es más sofisticado, pero encontrar mecanismos de censura es algo que sigue existiendo.
X: @JTejado