La noche del 1 de noviembre pasado, en la Basílica de Guadalupe, se lanzó la aplicación para dispositivos móviles “Franciscus Memorial”, promovida por el Papa Francisco y elaborada por una fundación que lleva el mismo nombre, con el fin de fortalecer la transmisión de la fe, pero principalmente, reforzar los vínculos con nuestros seres queridos que ya se fueron, y realzar el valor de los adultos mayores en nuestra sociedad.
Más allá de la inédita y colorida ofrenda que se instaló en el atrio del Santuario Mariano, esa noche tuvo un momento especial cuando el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, leyó un mensaje del Papa Francisco para los mexicanos. Un mensaje imperdible que a continuación se reproduce completo por primera vez en un medio de comunicación y para el que cedo mi espacio en esta colaboración:
Queridos hermanos:
Quiero, ante todo, darles las gracias por acudir a esta llamada a recordar a los que ya no están con nosotros aquí, a los pies de Nuestra Señora de Guadalupe.
El legado espiritual y moral que han dejado nuestros queridos fallecidos es inmenso.
Ellos nos enseñaron a rezar, a confiar en Dios, a servir a los demás. Nos han mostrado cómo amar, cómo perdonar, cómo ser justos y compasivos. Nos han transmitido la fe y el amor.
Esa magnífica herencia no muere con ellos. Vive en nosotros, nos transforma y nos llama a seguir transmitiéndola: un árbol separado de las raíces no crece, no da flores ni frutos.
Estamos llamados a honrar su memoria. ¿Cómo podemos hacerlo?
Viviendo según los valores que nos dejaron, para que su legado continúe siendo luz en el mundo. Actuando en el presente, guiados por este testimonio de fe y amor que hemos recibido.
¿Y nuestros abuelos? ¡Ellos están aquí! Todavía regalándonos su amor, su sabiduría y su fe viva.
¡Nuestra sociedad no puede prescindir de esta riqueza!
¡Recurramos a su preciosa experiencia para enriquecer nuestra vida! Cuando un joven escucha a un adulto mayor se transmite mucho más que una anécdota o una historia. Se pasa la posta de la esperanza en un mundo mejor.
Devolvamos este amor y esta ternura que nos dieron durante toda su vida.
Luchemos contra la cultura del descarte, contra la soledad. A las puertas del año Jubilar, profundicemos la alianza con nuestros mayores para ser verdaderos peregrinos de esperanza.
Cuidemos de ellos con dulzura y delicadeza.
Que cada visita, cada gesto y cada palabra hacia nuestros mayores sea expresión del amor de Cristo.
¡En ellos encontramos su rostro!
Esas son las dos claves del Memorial: honrar la memoria de quienes nos precedieron y generar proyectos de inclusión para los adultos mayores.
Gracias por todo lo que están haciendo.
Que Dios los bendiga, y la Virgen de Guadalupe los proteja.
Director de Comunicación de la Arquidiócesis Primada de México
Contacto: @jlabastida