En octubre de 2021, las redes sociales de la Arquidiócesis Primada de México comenzaron a publicar imágenes que a muchos parecieron inusuales: un obispo saludando y conviviendo con los comerciantes de un mercado, otro jugando futbol con niños en una escuela o el Arzobispo Primado de México bendiciendo a los pasajeros de un microbús, por ejemplo. La curiosidad no tardó en despertar: ¿qué hacen? y, sobre todo, ¿por qué lo hacen?

Así dio inicio la Visita Pastoral que este miércoles llega a su fin. Durante 20 meses, el Cardenal Carlos Aguiar Retes y sus seis obispos auxiliares visitaron más de 400 parroquias en la Ciudad de México para conocer las realidades que los sacerdotes y sus comunidades están experimentando día a día.

¿Qué problemas tienen el párroco para realizar su trabajo pastoral?, ¿existe cercanía con los jóvenes?, ¿qué necesidades tiene esa zona en particular y cómo puede ayudar la Iglesia?, ¿qué labor sociocaritativa realizan las parroquias?, ¿cómo impacta la parroquia a su entorno?, ¿qué obstáculos y qué desafíos enfrenta?

La Visita Pastoral evidenció la gran riqueza del trabajo que realiza la Iglesia en sus comunidades parroquiales, la labor de miles de personas, religiosos y laicos, que se hacen presentes con quienes más lo necesitan, atendiendo a comunidades marginadas, recibiendo a personas maltratadas, llevando consuelo a hospitales, albergues, casas hogar y centros de rehabilitación, entre otros.

Y también puso sobre la mesa los grandes desafíos sobre los que la Iglesia debe trabajar en los años siguientes, y para lo cual, conocer a pie y de cerca la realidad era un primer paso indispensable, además de encontrarse y animar a los equipos que están trabajando en la tarea evangelizadora.

La Visita Pastoral no es algo nuevo, de hecho es un mandato establecido en el Código de Derecho Canónico que obliga a cada obispo a visitar su diócesis entera cada determinado tiempo.

Sin embargo, sí es la primera vez que, al menos en la Arquidiócesis de México, obispos, sacerdotes y grupos parroquiales, caminaron juntos por los entornos de las parroquias, y lograron retratar con ello lo que el Papa Francisco llama “Iglesia en salida”, una forma de evangelizar que promueve que quienes conforman la Iglesia (laicos y religiosos) salgan de los templos para llegar a la gente que se encuentra en las periferias físicas y emocionales, aisladas de la sociedad o alejadas de la fe.

Este es un primer paso, pues la Iglesia en salida que pide el Papa no se trata de solo salir y caminar, sino de establecer las bases para, animados por el mensaje del Evangelio, ser agentes de cambio ante la pérdida de valores y de la ruptura del tejido social, que ha derivado, entre otras cosas, en el alza de la violencia y el crecimiento del individualismo.

La Visita Pastoral dejó claro que la fe está viva en la Ciudad de México y que es posible forjar una Iglesia cercana a las personas, en la que se promueva el encuentro, la escucha y el diálogo, como una forma para edificar una sociedad humana, solidaria y fraterna. El reto ahora es hacer de este objetivo una realidad.

Director de Comunicación de la Arquidiócesis Primada de México

Contacto: @jlabastida

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