Estaba previsto que el Papa Francisco viajara a Dubái para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28) los primeros días de diciembre; sin embargo, por recomendación de los médicos, el Papa canceló su viaje.
La COP28 reúne a líderes de gobiernos, negocios, ONGs y sociedad civil para alcanzar soluciones concretas a la problemática de la crisis climática. Se trata de uno de los encuentros más importantes en materia de cuidado del medio ambiente, uno de los temas prioritarios del pontificado de Francisco, quien tomó su nombre en honor a San Francisco de Asís, santo que alababa a Dios a través de su creación.
Este tema es tan importante para el Papa que le ha dedicado dos textos: la encíclica “Laudato si’”, dedicada enteramente al tema de ecología, y la exhortación apostólica “Laudate Deum”, en la que habla de ecología, crisis climática y justicia social. En ambos documentos —sin contar múltiples discursos y declaraciones— el Papa Francisco hace énfasis en la importancia del cuidado de lo que llama “la Casa Común”, es decir, el planeta que habitamos. En “Laudate Deum”, Francisco hace énfasis en el papel del ser humano en esta crisis climática y las graves consecuencias que tendrá para todos, especialmente para las poblaciones más vulnerables.
"Por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes", asegura el Papa en “Laudate Deum”.
¿Por qué al Papa y a la Iglesia les importa tanto el medio ambiente? Existe un argumento teológico: nuestro planeta y todas las criaturas que viven en él son la creación de Dios; cuidar de la creación de Dios es responsabilidad del hombre, creado a su imagen y semejanza. Pero también existen pruebas científicas irrefutables: la semana pasada, la Tierra sobrepasó temporalmente el límite de los 2 grados centígrados, un límite que, por años, los científicos han advertido que traería consecuencias catastróficas, como sequías, inundaciones y temperaturas extremas, prácticamente incapaces de albergar vida.
Un tema sumamente importante para la Iglesia, para el Papa Francisco, pero también para la humanidad entera. Tomar acciones contra el cambio climático es necesario para el futuro de la humanidad. Y, aunque el Papa cancelara con gran pesar su participación en la COP28, el llamado de una institución como la Iglesia se suma al llamado de los científicos: necesitamos unir fuerzas para salvar nuestra Casa Común antes de que sea demasiado tarde.
Director de Comunicación de la Arquidiócesis de México
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