Se acerca el nuevo año y, con él, la oportunidad de definir los temas prioritarios para diferentes ámbitos de nuestra vida. De acuerdo con las tendencias que venimos viendo de un mundo post-pandemia, estos son algunos de los temas más importantes para la Iglesia en 2023.
A nivel internacional, la Iglesia católica celebrará la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. Será, probablemente, el última encuentro masivo del Papa Francisco con jóvenes de todo el mundo. Porque la Jornada Mundial de la Juventud es precisamente eso: una fiesta juvenil donde miles jóvenes se reúnen a celebrar su fe y su pertenencia a la Iglesia. En 2019, el uso de las redes sociales tomó un papel central de los mensajes que mandó el Papa a los jóvenes católicos y no podemos esperar menos para la Jornada del próximo año.
La lucha contra los abusos dentro de la Iglesia es un tema pendiente. Si bien se han generado avances en cuanto a prevención y protocolos de acción en caso de abusos por parte de figuras eclesiales, y el Papa ha pedido perdón en repetidas ocasiones, no se puede cantar victoria ni quitar el dedo del renglón de uno de los temas más dolorosos y vergonozosos para la Iglesia como institución. El fortalecimiento de los departamentos de Protección a Menores y escucha de las víctimas debe ser un tema central para la Iglesia no solo en 2023, sino de forma continua.
La Iglesia está saliendo a las calles y el próximo año lo debe mostrar con mayor fuerza. En 2022 vivimos un regreso de las tradiciones populares —como las peregrinaciones, especialmente la del 12 de diciembre— y del fervor de los templos. Podemos esperar que esta tendencia continúe, pues las personas desean expresar su fe: desde agradecer por la vida de sus seres queridos en tiempos de pandemia, hasta pedir por la paz en momentos que parecen ensombrecerse por la amenaza de guerras.
2023 será también el año en que el Cardenal Aguiar y sus obispos auxiliares concluirán la visita pastoral a la Arquidiócesis de México: un recorrido por todas las parroquias que conforman una de las diócesis más grandes del mundo. Una tarea que deben realizar los obispos al menos una vez cada cinco años, pero a la que por primera vez se logró dar seguimiento diario en redes sociales.
La palabra que guiará el actuar de la Iglesia en 2023 será “sinodalidad”. Sínodo es el camino en común, pero, además, esta palabra griega lleva implícita un alto en el camino para tomar fuerzas y seguir caminando.
Para 2023, el Papa Francisco convocó a un Sínodo para hablar de la sinodalidad, es decir, se hablará de la importancia de los sínodos como un camino en común de la Iglesia. En palabras del Papa: “la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia en el tercer Milenio. Lo que nos pide es caminar juntos, laicos, pastores y el Obispo de Roma. Es fácil de expresar, pero no es tan fácil ponerlo en práctica.”
Y el caminar juntos no debe ser solo una expresión sobre la cual se reflexione en aulas internacionales: debe ser la práctica común. Es por eso que 2023 debe ser el año en que se consolide la creación de puentes de diálogo con los jóvenes y grupos que se sienten ajenos a la Iglesia, debe ser el año que la Iglesia se consolide como el espacio donde todos tienen espacio y pueden sentirse escuchados.
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