Este fin de semana, fiel a su costumbre, el presidente López Obrador salió de gira al interior del país. Nada realmente trascendente que comentar más allá de las garnachas que se avienta y los desfiguros que hace, no obstante que se dice escrupuloso en el cuidado de su investidura. Ahora nos regaló una joya, desde San Luis Río Colorado, acompañado de la Gobernadora de la entidad, Claudia Pavlovich. Tan dado que es a la pelota caliente, al grado de anteponer su interés en remodelar estadios de beisbol que atender a niños con cáncer (a quienes el miserable y ruin subsecretario López Gatell llamó, junto con sus padres, “golpistas” de una derecha organizada desde el exterior), pues se dio tiempo para, como él dice, “macanear” un rato. Y ahí lo tienen ustedes, con tres lanzamientos de “globito”, totalmente a modo para que, aunque fuera para la foto, el primer mandatario la sacara del parque. Total, que nada de eso pasó. Strike one; strike two; strike three. ¡Ponchado! Y no contentos con el ridículo, se regodean subiendo tan penoso episodio a redes sociales. Obviamente la imagen se hizo viral y los memes y cartones no se hicieron esperar. En gran medida, la mofa vino porque la escena coincide, más o menos, con los tiempos del enésimo informe que dio el presidente, en un semivacío Palacio Nacional, con motivo del tercer aniversario de su triunfo electoral. Y así como el contenido de su mensaje fue hueco y más propio de un jefe de pandilla o de partido que de un Jefe de Estado, así los tres strikes nos hablan de su fallido gobierno. En efecto. Ya nadie tiene dudas, a estas alturas, que no le entiende a la economía ni al desarrollo sostenible y que, por ello, va tan lenta la recuperación y nos falta mucho para volver a crear empleo formal como antes. No se diga en el pésimo manejo de la pandemia por Covid-19. De principio a fin, improvisación, contradicción, falta de coordinación, insensibilidad, exceso de contagios y de muertes, ah, y también, de soberbia. Y por lo que hace a la delincuencia, es más que evidente que los números han rebasado lo imaginable. Tan solo el domingo pasado fue el tercer día con más homicidios dolosos en lo que va de la administración. Los feminicidios, al alza. Y, los cárteles de la delincuencia organizada, tomando plazas por doquier y metiéndose de lleno a la política. Un presidente ponchado en el beisbol, en el ejercicio de gobierno y en sus pobres resultados. Es la imagen de un México en el que se caen vías del Metro y se incendia el mar. Y, mientras la desgracia duele y crece, juegan a los tapados para el 2024. Literalmente, no tienen vergüenza ni madre.

Abogado.

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