Honorable Congreso de la Unión: presento a su consideración el segundo informe sobre el estado que guarda la administración a mi cargo. Soy consciente de que prometí una cuarta transformación a partir de la lucha contra la corrupción y el abatimiento de la desigualdad. Aseguré que la economía crecería al seis por ciento y ofrecí generar dos millones de empleos en nueve meses. Me comprometí a pacificar al país atacando las causas y no los efectos de la delincuencia. Y, desde luego, juré cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan. Soy consciente de que, a lo largo de estos 20 meses, he insistido en que vamos bien en todos los rubros, incluido el manejo de la pandemia, a partir de “otros datos”, distintos a los oficiales. Sin embargo, la realidad es distinta y ya nos alcanzó. Ello me obliga a reconocer hoy que le he fallado al pueblo de México. Que con tal de mantener prendida la llama de la esperanza, no me he conducido con verdad. La cuarta transformación ha sido un continente de símbolos sin sustancia ni resultados. He solapado la corrupción de mis cercanos a partir de la máxima juarista de que “a los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, la ley a secas”. No hemos sido capaces de poner en práctica una estrategia para acabar con la delincuencia organizada y los feminicidios. En lo que va de mi administración se han cometido más de 60 mil homicidios dolosos. Más de 65 mil personas han muerto por el coronavirus, en buena medida, por haber menospreciado su alcance y letalidad y no ser ejemplo de disciplina y respeto a la salubridad general. La economía no solo no creció a los niveles deseados sino que, el año pasado, entramos en recesión y el segundo trimestre de este año caímos un 18.7 por ciento, con datos del Inegi. De marzo a julio se perdió más de un millón de empleos formales, según los registros del IMSS, y se acumularon hasta 12 millones considerando a la economía informal. Si bien he afirmado que “por el bien de todos, primero los pobres”, información del Coneval nos indica que, lamentablemente, se sumarán a las filas de la pobreza, este año, cerca de 12 millones de personas. Quiero aprovechar este momento para ofrecer disculpas a quienes he ofendido con todo tipo de adjetivos. Lamento haber dividido y polarizado a la sociedad y reconozco que no es violando la presunción de inocencia ni el debido proceso como se hará justicia en este país. A partir de ahora, invito a todos a jalar parejo y en el mismo sentido. Vamos a cuidar este gran país respetando libertades, democracia, propiedad privada y Estado de Derecho.

Abogado

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