necesidad

de
zozobrar
      en

lo indecible

necesidad de

lo nombrado

—Gabriel Magaña Merlo

En “El origen de la obra de arte”, una de las dos conferencias, uno de los dos textos que Samuel Ramos tradujo y reunió con un prólogo en el libro Arte y poesía, reimpreso sucesivamente por el Fondo de Cultura Económica, Martin Heidegger escribió: “Lo que sea el arte debe poder inferirse de la obra. Lo que sea la obra sólo podemos saberlo por la esencia del arte. Se observa fácilmente que nos movemos en un círculo. La razón común exige que sea evitado este círculo, porque es una ofensa a la lógica”.

 

También la escritura de Gabriel Magaña Merlo parece ocurrir en círculos cuyo origen, como la esfera de Pascal, puede hallarse en cualquiera de sus páginas y no deja de revelarse cambiantemente y de recrearse significativamente.

En 2012 publicó en el Fondo de Cultura de Económica Lejos alcanzado aquí, conformado con algunos poemas que había inscrito en otros libros: La Nada en Bruto, Apoyado en su tiempo de oscuridad, Jasaduras, Fenestraje, que en ese libro adquirían otra configuración.

Es evidente que la disposición de las palabras en la página de los poemas que conforman los libros de Gabriel Magaña Merlo revelan asimismo la esencia de su poesía. No pretende desarrollar formas ya experimentadas, ni de intentar poemas gráficos a la manera de los “Caligramas” de Apollinaire o los “Poemas ideográficos” de José Juan Tablada, aunque un punto en medio de la página en blanco puede sugerir una alusión visual. En la disposición de las palabras en la página, en los espacios en blanco del papel, se propone preservar, entre otras cosas, la inminencia de la palabra, de algo que hace surgir a la palabra, y del poema.

Gabriel Magaña Merlo acaba de publicar Estallido inútil de lo real inviable, editado en octubre, en España, por Ediciones La Palma, en el que no deja de encontrar un lenguaje ideal, propio, peculiar, en el que la palabra mantiene su esencia y sus derivaciones posibles sin necesidad de gramática —o adquiriendo una gramática circunstancial. Sus poemas han requerido de ese lenguaje y acaso no dejan de crearse, pues también conservan el devenir que ha sido su creación y el origen de ese devenir: la naturaleza inmanente, sus incitaciones del tiempo que permanece no sólo un instante, del que la contempla en un momento infinito en el que perdura el pasado y el futuro en germen, al que llama “futuridad”, y crea poemas que no dejan de crearse.

Quizá, sin proponérselo, naturalmente, en sus sucesivos libros Gabriel Magaña Merlo no cesa de escribir un mismo poema circular, infinito

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