La tecnología de los alimentos interviene a lo largo de todo el proceso industrial alimentario y se asegura de brindar opciones alimenticias a la sociedad. El desarrollo de esta tecnología arrancó en la prehistoria, con el descubrimiento del fuego y su uso para cocinar los alimentos, fue el primer aporte tecnológico a la alimentación, puesto que el fuego aumentó la digestibilidad de proteínas e hizo comestibles algunos productos nuestros antepasados no podían aprovechar.
A partir de ese hallazgo se inició un recorrido milenario de contribuciones de la tecnología de alimentos a la alimentación y a la humanidad. En Egipto, por ejemplo, ya se hacía secado y almacenamiento de granos, más de tres mil años atrás. En Egipto también había panaderías que usaban la fermentación, destilerías de cerveza y de vino. En México existen y perviven muchas tecnologías tan antiguas como las utilizadas en el procesamiento del maíz .
Desde siempre, esta actividad humana nos ha provisto de alimentos más comestibles, más digestibles y más convenientes. Además, hay muchas tecnologías que nos permiten mejorar su valor nutritivo. Muchas de estas tecnologías están pensadas para evitar las pérdidas, las degradaciones de valor nutritivo, sobre todo de ingredientes sensibles a lo largo de la vida útil de los productos.
Asimismo, la tecnología de alimentos nos permite aumentar la disponibilidad y variedad de alimentos. Podemos contar con alimentos disponibles todo el año, en distintas condiciones geográficas, climáticas, provenientes de diversos países. De igual manera, contribuye a la sostenibilidad económica y ambiental con el uso eficiente de recursos como el agua y la energía.
Otro concepto importante para comprender el panorama de la industria alimentaria es el de Ciencia de Alimentos . Los estudiosos dicen que la ciencia de alimentos comenzó su desarrollo hace más o menos tres siglos, en el siglo XVIII. La ciencia de alimentos comprende disciplinas como la biología, la bioquímica y la ingeniería química, las cuales nos permiten entender la naturaleza íntima de los alimentos, los principios necesarios para su procesamiento y cómo mejorar sus características.
De manera que el núcleo, el centro de interés de la ciencia de alimentos es estudiar los componentes de los alimentos. En virtud de ese conocimiento, la industria tiene la capacidad de producir alimentos y bebidas con distintas propiedades, ya sea fortificados con vitaminas y minerales para un sano desarrollo o alimentos funcionales que incluyen esteroles, etanoles, probióticos o fibra. Asimismo, es importante mencionar que todos los procesos tecnológicos, como los aditivos, son muy estudiados y evaluados en relación con la salud pública antes de ser aprobados para su uso en alimentos.
Desarrollar este tipo de productos benéficos para la sociedad requiere de mucha ciencia. Ese conocimiento permite obtener productos nutritivos, deliciosos y de bajo costo. La ciencia y la tecnología de alimentos están, han estado y seguirán estando al servicio de la humanidad. Es gracias a la tecnología y ciencia de alimentos que podemos contar con opciones alimenticias nutritivas y convenientes para la sociedad actual.