Hace unos días, la ANUIES organizó una conferencia virtual con el doctor David Szydlo Kon, eminente científico y Presidente de la Sociedad Mexicana de Neurología y Psiquiatría, relativa a la enfermedad Covid-19 y el cerebro, sus vinculaciones con la salud mental y con énfasis en los problemas emocionales de los jóvenes y las familias derivados de situaciones que, como la presente contingencia sanitaria, generan importantes consecuencias en la salud pública, la economía y el ámbito social.

Con esta iniciativa, la ANUIES se propuso crear un espacio digital de reflexión acerca de grandes temas de fondo que se anticipan como algunos de los efectos previsibles de profundos cambios en la salud, la educación, la productividad y el comportamiento de las sociedades en México y el mundo. Vivimos tiempos sumamente complejos: la vida cotidiana en todos los países, aun con vacuna, no será la misma después de los estragos que este conjunto de crisis está imponiendo a la convivencia en todos los ámbitos del quehacer humano.

Esta conversación virtual permitió intercambiar ideas, experiencias y propuestas para definir y articular el papel que las universidades y las instituciones de educación superior deberán desempeñar ante realidades tan demandantes de soluciones como las que confrontamos, lo mismo en la ciencia que en la tecnología, la innovación o la formación de los profesionales que imponen estas nuevas circunstancias. Estos tiempos son determinantes del perfil que las universidades y las instituciones de educación superior deberán delinear tanto para sí mismas como para su misión en términos del desarrollo del país.

En la exposición del doctor Szydlo quedó claro que, como pocos hechos globales, esta pandemia está convirtiéndose aceleradamente en una grave complicación para la salud emocional, de la que se habla poco pero que tiene gran importancia en la estabilidad y la conciencia de las personas y la sociedad. En lo que podría llamarse la comunicación de la enfermedad se insiste, sobre todo en aspectos macro y estructurales de la economía y de lo social pero escasamente se ubica el tema en su escala humana, la del paciente y su entorno familiar inmediato y social, el de la conciencia y el bienestar emocional, sin los cuales será imposible dar una solución integral a este fenómeno que ya es, con mucho, el mayor reto que la humanidad ha enfrentado en su historia reciente.

Para ello, es necesario fortalecer las capacidades de las universidades y las instituciones de educación superior para atender las necesidades de formación y desarrollo de la extraordinaria comunidad educativa que poseen, con la incorporación de mejores prácticas internacionales, aprovechamiento de tecnologías digitales, nuevos modelos educativos, intercambios académicos y personales, así como una interlocución privilegiada con los principales centros y grupos de investigación en el mundo.

Sobre todo, las universidades y las instituciones de educación superior tienen que fortalecerse en los ámbitos del desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación para formar los profesionales, científicos e investigadores que México necesita como nunca. Deben aprovechar sinergias y, principalmente, mantener una comunicación activa con sus pares en el mundo. Es hora de emprender una intensa conversación académica para propiciar la universalidad de soluciones e incorporar las que demanda la nación. Un paso que México no debe retrasar más.


Secretario general ejecutivo de la ANUIES.
@ jaimevalls

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