Esta es quizás una de las preguntas más trascendentales de la vida para las personas, las empresas, las instituciones y el gobierno.
La respuesta es bastante sencilla, obvia y notoria: Las prioridades están donde está el tiempo y donde está el dinero. Estos son recursos escasos, limitados y hay que emplearlos con sabiduría. Todos somos reflejo de las continuas decisiones que tomamos acerca de cómo invertir el dinero y el tiempo.
Hay 3 áreas en las que invertir estos preciados recursos:
1. Lo necesario para poder OPERAR para el corto plazo (La Operación)
2. Lo que se debe MEJORAR en el mediano plazo (La Mejora)
3. Lo que es necesario CREAR para el futuro en el largo plazo (La Innovación)
Una constante en nuestro país (Sector público y Privado) es que lamentablemente la coyuntura y lo urgente mata lo estratégico. Sucede con el dinero y tiempo del gobierno. Pero también sucede en el sector privado y el día a día mata la inversión y esfuerzos de impulsar el crecimiento rentable a través de la innovación.
El gasto sobre el PIB en educación es de 3.5% y los países de la OECD es del 6%; En Salud México invierte del orden de 5% y el promedio de la OECD es de 9%; En seguridad invertimos cerca del 1.5% vs. cerca del 3% de la OECD; en infraestructura del orden de 3% vs. el 5% recomendado; en Ciencia, Tecnología e Innovación México invierte el 0.3% del PIB vs. El 3% de la OECD.
Es necesario decir que la recaudación fiscal en México es del 17% del PIB vs. Cifras del 30 al 40% en países de la OECD. Esto significa una debilidad en las finanzas públicas de México y la urgente necesidad de aumentar la economía formal y el número de contribuyentes. La cobija es corta y no alcanza para todas las necesidades.
Pero aún con esta dimensión debería de mejorarse significativamente la inversión en Educación, Salud, Seguridad, Infraestructura y en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación, para ajustarse a los porcentajes referidos arriba.
La inversión en Ciencia, Tecnología e Innovación hay que aumentarla urgentemente para incrementar la productividad y el valor agregado de nuestra economía. Debemos dejar de ser un país maquilador y productor de bienes y servicios de bajo valor agregado.
México tiene que transitar este próximo sexenio a invertir el 1% del PIB en esta materia. De esta cifra le corresponde 50 % al sector privado para desarrollar nuevos productos servicios y procesos y el 50% al gobierno para impulsar la investigación en universidades y centros de investigación.
Nuestras empresas del sector privado además de atender la OPERACIÓN y la MEJORA deben de invertir en la INNOVACIÓN. La inversión sobre Ventas en Innovación: Para la creación de nuevos productos, nuevos procesos y negocios de alto valor agregado se encuentra en los siguientes rangos según la rama económica:
•Ramas Económicas de Baja Intensidad Tecnológica: Menos del 2.5% de Inversión en Innovación de las Ventas (Cemento; Construcción; Celulosa; Papel; Impresión; Textiles; Ropa; Alimentos, Bebidas; Productos de madera; Muebles; Productos Minerales y No Metálicos; Productos Metálicos; Petróleo y Derivados; Metales Ferrosos)
•Ramas de Media-Baja Intensidad Tecnológica: Del 2.5% al 5% de Inversión en Innovación de las Ventas (Instrumentos científicos; Equipo Eléctrico; Componentes para Transporte; Productos de Plástico y Hule; Reparación y construcción de barcos; Servicios Financieros)
•Ramas de Media-Alta Intensidad Tecnológica: Del 5 % al 10% inversión en innovación de las ventas (Transporte y Automotriz; Maquinaria; Equipo Eléctrico; Equipo Médico; Instrumentos Científicos y de laboratorio; Tecnologías de Energía Renovables; y Otras manufacturas Avanzadas)
•Ramas de Alta Intensidad Tecnológica: Mayor al 10% de inversión en innovación de las ventas (Aeroespacial; Industria Farmacéutica; Biotecnología; Materiales Avanzados y Nanotecnología; Internet; Tecnologías de Información; Telefonía y Telecomunicaciones; Inteligencia Artificial, Automatización; Robótica; Microelectrónica; Optoelectrónica; Computadoras)
Respecto al Tiempo del Personal, la distribución ideal del tiempo es dedicar el 50% a la OPERACIÓN, el 30% a la MEJORA y el 20% a la INNOVACIÓN. Esta distribución del tiempo de directivos, y del resto del personal, habla de una empresa o institución ordenada, que controla sus productos y procesos, que hace las cosas mejor cada día y que ¡además INNOVA!
¿Dónde está el tiempo y el dinero del gobierno (Que es dinero de todos) y de las empresas? Es una pregunta que nos tenemos que hacer de manera seria y responsable.
Juntos como sociedad, Congreso, Gobierno, Instituciones Académicas y de Investigación debemos trabajar en equipo para crear empleos de calidad para las nuevas generaciones y producir bienes y servicios de ALTO VALOR AGREGADO basados en la Ciencia, Tecnología e Innovación.
Apoyar la “Mente Factura”, es decir la Economía basada en el Conocimiento, no solo la Manufactura. De no hacerlo nuestros jóvenes emigrarán (Como ya lo están haciendo) a mejores oportunidades de trabajo en otros países. Nuestro empleo será mal pagado y de baja calidad. Y la disminución de la pobreza en México será solo un sueño no realizado.
Exdirector de Conacyt, exdirector de Tecnología en empresas globales, expresidente de la Academia de Ingeniería, consejero y consultor en innovación