A diez días de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los conteos siguen consolidando la ventaja y por tanto la victoria del demócrata Joe Biden, quien será investido presidente en enero de 2021, y con él la vicepresidenta Kamala Harris.
Los resultados electorales estadounidenses ejemplifican muchas lecciones de la democracia.
En primer lugar: el populismo conserva sus seguidores. Esto muy a pesar del comportamiento a menudo tiránico o vulgar de la figura dominante, en este caso el aún presidente Donald Trump.
El mandatario estadounidense, prominente hombre de negocios y actor de reality shows, llegó al poder capitalizando el descontento de la población hacia lo establecido, unificó a sus seguidores en contra del establishment y se regodeó utilizando a México como el símbolo de la decadencia. Maltrató a los inmigrantes aún siendo él mismo proveniente de una familia inmigrante, como la mayoría de la población de su país, y se muestra siempre arrogante y misógino.
Imaginemos un catálogo de lo que un gobernante no debe hacer por decencia y por corrección política, y Trump ya lo habrá hecho.
Sin embargo, más de 72 millones de estadounidenses ratificaron su voto hacia él. Así de fuerte es el sentimiento de identidad (algunos le llamarían fanatismo) que genera el populismo.
Por lo tanto, ante el populismo y sus instrumentos clientelares, solo una votación masiva puede obtener el triunfo, como demuestran los más de 77 millones de votos que lleva Biden.
La importancia electoral de las mujeres. Mientras las proyecciones de voto marcaban un empate en las preferencias electorales de los hombres estadounidenses (48% para Biden, igual porcentaje para Trump), el voto femenino se decantó claramente por Biden (59%), mientras Trump alcanzó un respaldo de casi 36%. Desde 1976 no se veía esa diferencia en el voto de las mujeres en EU.
¿A quiénes eligieron las mujeres estadounidenses? Kamala Harris es la primera mujer en ser electa vicepresidenta, es senadora y fue fiscal de California, de ascendencia asiática, también es la primera mujer afroamericana en llegar al cargo.
Teresa Leger Fernández, de ascendencia latina, será representante por Albuquerque; Judy Chu, de origen chino-americano, fue ratificada en su escaño como representante de California; Cynthia Lummis se convirtió en la primera mujer electa senadora por Wyoming; Cori Bush es la primera afroamericana en representar a Missouri; Sarah McBride y Taylor Small son las primeras mujeres transgénero en ser electas senadora por Delaware y representante local en Vermont, respectivamente.
Las cuatro demócratas conocidas como "The Squad" Alexandria Ocasio-Cortez, por Nueva York; Ayanna Pressley, de Massachusetts; Ilhan Omar, de Minnesota; y Rashida Tlaib, de Michigan, lograron su reelección a la Cámara Baja.
Y la lista es extensa, ejemplificadora e inspiradora. Así que la fuerza de la mujer crece y es decisiva para las elecciones, de eso no cabe duda.
Estoy segura que en México, con cada vez más mujeres participando en la vida pública y compitiendo en los procesos electorales, haremos lo propio en esta tendencia de pensamiento y de acción.
APUNTE. Agradezco a EL UNIVERSAL, en particular a su Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración, Lic. Juan Francisco Ealy Ortiz, este espacio en el periódico que ha sido siempre signo de libertades y causas democráticas, un medio tan necesario como valioso para la sociedad mexicana, sobre todo en los tiempos que corren.
Coordinadora Nacional para el Empoderamiento Ciudadano del partido Movimiento Ciudadano.