Agradezco a EL UNIVERSAL la oportunidad de presentar a sus lectores mi opinión y análisis sobre acontecimientos políticos y sociales que se presentan en nuestro país.

Soy diputada federal por la primera circunscripción electoral, licenciada en derecho, notario público y mediadora certificada por el Poder Judicial. Fui diputada local en Nayarit, mi estado natal, en una legislatura especial por 4 años.

Me preocupa nuestro bajo crecimiento económico y la falta de oportunidades para el desarrollo, el aumento de la pobreza, la inseguridad y la violencia, la falta de certidumbre jurídica para la inversión, el errático desempeño internacional, la retórica presidencial que sigue convenciendo a muchos mexicanos.

Si bien la agenda política, económica y social de 2023 presenta temas relevantes, la Cumbre de Líderes de América del Norte celebrada recientemente nos merece especial atención.

Más allá de las desafortunadas faltas a las prácticas protocolarias del presidente mexicano y su esposa, se destaca que, mientras el primer ministro Justin Trudeau dejó ver que le importan menos las muestras de afecto con sus pares, los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador dieron la impresión de que tienen una buena relación, lo que es positivo para ambos países porque contribuye a la empatía y cordura entre sus equipos de trabajo.

En migración, México recibirá en 2023 a 360 mil deportados por los Estados Unidos, pero muy difícilmente ese país modificará su política migratoria, pese a tener un grave problema de oferta de mano de obra.

En medio ambiente y energía —puntos centrales de Trudeau—, se hizo el compromiso de potenciar las economías limpias empleando energía renovable y reducir las emisiones de metano en al menos 15 por ciento para 2030, en comparación con niveles de 2020. Sin embargo, esto requiere un cambio en la conducta del gobierno mexicano, el cual, en los hechos, no parece estar dispuesto a modificar.

Para fomentar la alianza económica, por lo pronto enfocada en la relocalización de empresas e inversiones que abandonan China, estructuralmente no se avanzó, pero en unas semanas se reanudarán las pláticas con los respectivos equipos de trabajo. Sin duda, será fundamental la actuación de los negociadores mexicanos para que las empresas se atraigan a los tres países equitativamente, de acuerdo con su potencial material y humano.

Tema prioritario en estos momentos para Biden es el tráfico de fentanilo, que es un grave problema de seguridad pública. Al ser una droga proveniente de Asia, fabricada aquí y comercializada por cárteles mexicanos, seguramente en reunión a puerta cerrada se exigió al gobierno mexicano garantizar el control de sus puertos y aduanas. Por algo, López Obrador hizo público su compromiso al respecto.

La Cumbre se desarrolló en un contexto en que México ha creado conflictos con Estados Unidos y Canadá que no deberían existir, y que para darles solución se necesita un cambio en la conducta del gobierno mexicano y de su presidente. Es casi seguro que López Obrador no se mueva de sus posiciones de manera voluntaria, sino forzado por presiones de Estados Unidos, como fue el caso de la aprehensión de Ovidio Guzmán y su posible deportación.

Diputada federal

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