Elis Regina ha sido considerada, como la mejor cantante de Brasil, reconocida por la canción Garota de Ipanema, realizó una magnífica interpretación de la canción Atrás Da porta.
La canción cuenta la historia de una relación de amor-odio, donde la protagonista, narra su rompimiento, al grado de llegar a la humillación.
Se llama: Atrás Da porta, porque atrás de la puerta se encuentra el tapete. Y en un tapete, se limpia, se pisa y se utiliza...
¡Siempre!
Al final, se sigue adorando, como un "dios" al objeto del deseo, cuando en realidad, es una relación tóxica.
Donde el amor es odio.
¿Qué podemos hacer al vivir una relación de amor-odio?
Comprender, que las razones por la cuales se elige a una persona, con ciertas características, que despierta sentimientos ambivalentes, son desde las áreas en las que requerimos trabajar.
Desde el principio de una relación, se presentan las situaciones dañinas, pero las justificamos, les damos una razón y seguimos adelante.
Decimos, conmigo si va a cambiar, mi amor lo va a cambiar y ese es un dicho muy de mujeres.
Y no es cierto, los defectos se establecen con mayor fuerza, con el paso del tiempo.
En realidad, estamos buscando a nuestros similares y si nos encontramos fuera de nuestro centro, buscamos a los opuestos o en su defecto elegimos a personas, que nos definan.
Sí.
Que nos definan.
Es decir, si tenemos una idea de nosotros mismos, muy en el fondo elegimos, a quien nos refuerce la idea de quiénes somos.
¿Quiénes somos?
Lo que vemos reflejados en un espejo y sólo entonces, desde la honestidad, conocer y reconocer nuestras virtudes y defectos.
Y retomando la canción Atrás Da Porta, al servir de tapete, se pierde la identidad, para convertirse en una extensión del otro.
Afortunadamente, hoy en día, existe mayor conocimiento del tema y una vez que lo hacemos consciente, podemos sanar la primera relación que tenemos:
La relación con nosotros mismos.
Por eso es muy importante, vivir un tiempo en soledad para aprender a amarnos y no permitirnos volver a caer en una codependencia.
Suena fácil, no lo es.
El primer paso es dejar de buscar la aprobación de los demás para ser aceptados y amados.
Y elegir a una persona, que nos procure, cuide y sobre todo nos ame.
Desde la vulnerabilidad, es decir, siendo sinceros durante la relación, permitiendo dar a conocer la fragilidad del alma.
Existe un muy buen libro del psiquiatra argentino Dr. Jorge Bucay con el título: Amarse con los ojos abiertos, donde menciona sobre la gran importancia de elegir a quien saque lo mejor de nosotros.
Es decir, escoger a aquella persona, que nos motive a superarnos, a elevar el pensamiento, para ser mejores.
Desde el amor, se puede construir una muy buena relación, donde el dar y el recibir, se realiza en equilibrio.
Elis Regina interpretó la canción, con un gran sentimiento, al estar viviendo en carne propia, una separación, su divorcio con su primer marido.
Ojalá y podamos aprender al ver las experiencias ajenas.
Bajo la comprensión de que muchas relaciones, se convierten en matrimonios y recordar, que ante todo es un contrato, sin embargo, en un rompimiento, sale lo peor de cada uno.
Por algo existe el dicho:
¿Quieres desconocer a alguien?
¡Divórciate!
Y en el proceso saldrán facetas que no conocías y ni pensaste que existirían, donde los golpes bajos, se encuentran a la orden del día.
Y como todo en la vida es una oportunidad de crecer y madurar, es una oportunidad para establecer dónde estamos, dónde queremos estar y con quién queremos compartir nuestra vida.
para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.
