Las redes sociales jugaron un papel importante en los actos violentos que terminaron con la toma del capitolio este miércoles. Fueron el principal medio de difusión del presidente Trump y de su narrativa falsa sobre el fraude de la elección, así como el punto de organización colectiva de sus seguidores para la marcha del 6 de enero y de los eventos violentos que tuvieron lugar. Por ello esta semana Twitter, Facebook y YouTube decidieron suspender las cuentas del presidente Trump. El plazo de estas suspensiones no es el mismo, pero fuentes de Twitter y Facebook consultadas por The New York Times aseguran que serán definitivas.
Es evidente que estas medidas por sí solas no arreglan ni desaparecen las problemáticas y el encono social que permitieron que Donald Trump llegara a la presidencia y que amenazara con deslegitimar la elección. Sin embargo, estos hechos ponen en evidencia dos temas relacionados con el uso de redes sociales que requieren un análisis urgente si se quiere empezar a contrarrestar los peligros del fanatismo violento que hemos visto. El primero de ellos tiene que ver con la propagación de teorías de la conspiración, sobre todo de la teoría QAnon.
La teoría de la conspiración QAnon afirma que Estados Unidos está siendo gobernado por una secta satánica de pedófilos. Además de esta creencia, los seguidores de QAnon promulgan que Donald Trump es el único dispuesto a luchar y perseguir a esta secta. Estas son las afirmaciones generales, pero uno de los elementos característicos de esta teoría es que funciona como una metateoría que une otras narrativas falsas y conspiratorias. Al final lo importante es convencer a un mayor número de personas sobre la veracidad de esta narrativa falsa.
Aunque no todas las personas que tomaron el Capitolio eran creyentes de la teoría QAnon, es indudable que este grupo jugó un papel predominante en lo ocurrido. Basta ver la predominancia de fotos de Q-Shaman, el individuo seguidor de esta secta con gorro de bisonte, así como los mensajes de este grupo que promovían actos violentos en la marcha del 6 de enero en la red social Parler. Otro elemento preocupante y que influyó en lo ocurrido fue la repetición de algunos de los mensajes de la teoría QAnon por el presidente Trump en su llamada para influir en la votación de Georgia. Dada la influencia que está cobrando esta teoría de la conspiración, es indispensable saber más de de la misma, así como identificar a los políticos relacionados con ella que promueven sus mensajes.
Otra temática que se dejó a la vista después de los eventos de este miércoles es la función de las redes sociales como medios de comunicación no neutrales. Muchos nos enteramos y observamos los eventos de la toma del Capitolio por redes. Entre posteos con fotos de las agresiones, comentarios sobre lo sucedido, bromas y declaraciones sin fundamento, fuimos intentando entender lo que acontecía de acuerdo a las líneas de tiempo de estas redes. Desgraciadamente, aunque se quiera afirmar que las redes sociales son herramientas neutrales y que el uso que hacemos de ellas es lo que determina su carácter pernicioso, esto no es cierto. La información que recibimos y observamos está determinada por el tipo de personas a las que seguimos y que generan “cámaras de eco” en el que predominantemente vemos posteos que coinciden con nuestros puntos de vista. Por lo mismo es importante que exista una mayor transparencia por parte de estas empresas sobre los algoritmos que determinan la visualización de contenidos, que exista claridad sobre la venta de publicidad en estos medios, así como una mayor transparencia sobre los mecanismos de diseño de estas herramientas, ya que en gran parte están diseñadas para acaparar nuestra atención.
La difusión y propagación de teorías de la conspiración y la falta de neutralidad de las redes sociales son tan sólo dos temas que cobraron relevancia a la luz de lo que pasó el miércoles, pero hay muchos más. Dadas las elecciones que se vienen este año en México y las teorías de la conspiración que están surgiendo respecto a la vacuna del coronavirus no podemos considerar que estos temas nos son ajenos.