No solo estamos enfrentando una crisis de salud global sino que además tendremos que hacer frente a una crisis económica sin precedentes, por no hablar de las otras crisis que ya veníamos enfrentando como país, como la crisis de violencia e impunidad. Muchas decisiones tendrán que tomarse en estos momentos de emergencia para garantizar que tengamos los recursos y programas necesarios para mitigar, en la medida posible, algunas de las consecuencias desastrosas de las diversas crisis que atravesamos. Estos problemas no son exlcusivos de México, todos los países están enfrentando disyuntivas similares en las que se pide distanciamiento social para aplanar la curva de la epidemia del coronavirus, al mismo tiempo que se anticipan las consecuencias negativas que dicho distanciamiento social genera. La concatenación de estos dos factores se torna crítica en la labor de las legislaturas y los congresos. Los congresos tienen la responsabilidad de hacer las modificaciones a las leyes necesarias que permitan hacer frente a estas crisis tanto a corto, como a mediano y largo plazo. Sin embargo, dada la composición multitudinaria de los mismos y la infraestructura de sus lugares de trabajo, es prácticamente imposible que las legislaturas sigan trabajando de forma presencial.

Los congresos de algunos países ya están adoptando tecnologías para posibilitar el trabajo remoto de deliberación y votación en estos tiempos de emergencia por el Covid-19. A continuación analizaré lo que se está haciendo en las legislaturas de Brasil y Chile para compararlo con lo que se realiza en México para hacer frente a esta emergencia. Para hacer este análisis me basaré en el trabajo del GovLab de NYU respecto a CrowdLaw durante Covid-19, así como el contenido de las páginas de los congresos de cada país.

El Congreso Nacional de Brasil aprobó una ley, unos días antes de que iniciara la cuarentena, que les permitir trabajar de forma remota. Esto ha permitido que la totalidad del senado en Brasil pueda seguir sesionando remotamente y que parte de los diputados pueda hacer lo mismo. También, tanto en la cámara de diputados como en la de senadores, se implementó una herramienta de votación a distancia que a través de ciertos mecanismos de autentificación, permite que cada representante emita su voto respecto a los dictámenes que se discuten. Otra de las innovaciones tecnológicas a destacar del congreso en Brasil es el micrositio en la página de la cámara de diputados, en el cual se encuentran las iniciativas presentadas relativas a la emergencia sanitaria y social por el coronavirus, así como las distintas sesiones de deliberación respecto a las mismas.

En el senado en Chile también se adaptó la forma de trabajo de esta insitución a la contigencia. Para ello se hicieron reformas a la Consitución y al reglamento de la institución que permiten el trabajo a distancia de las sesiones en sala y del trabajo en comisiones, todo ello para dar continuidad a los trabajos de revisión de las iniciativas relativas a las crisis relacionadas al COVID-19. También se generaron protocolos de trabajo a distancia que les permite a las comisiones determinar la forma de llevar a cabo estas sesiones virtuales.

En México se están adoptando parcialmente estas modificaciones y tecnologías para seguir con la labor de deliberación en el congreso de forma remota. Apenas ayer se dio un ejercicio de parlamento abierto a distancia en la Cámara de Diputados respecto a la reforma que presentó el Ejecutivo para hacer modificaciones a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Sin embargo, aunque algunas comisiones siguen trabajando de forma remota, no es posible acceder a la grabación de estas sesiones ni a los acuerdos de las mismas. Por otro lado, para la votación respecto al dictamen de la ley de Aministía, se tuvo que convocar presencialmente a los senadores en plena emergencia por el Covid-19.

Todas las crisis traen momentos de oportunidades que muchas veces no se aprovechan. Aunque considero indispensable hacer las adaptaciones tecnológicas necesarias para permitir el trabajo de deliberación y votación del congreso mexicano de forma remota durante la emergencia, estas modificaciones deberían aprovecharse de forma permanente para involucrar a más personas en el proceso de elaboración de políticas públicas y leyes.



Directora Ejecutiva de Impunidad Cero

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