En dos puntos distantes pero unidos por la desgracia, las zonas mayas de Bonampak y Yaxchilán en Chiapas, así como la ciudad de Taxco en Guerrero, enfrentan un enemigo común: la invasión del crimen organizado. Mientras la riqueza cultural de las antiguas civilizaciones mayas se desvanece entre las sombras del miedo, Taxco, una joya turística, ve cómo sus calles se tornan en escenarios desiertos y comercios cerrados. Es un lamento silencioso que clama por atención y acción inmediata.
En Bonampak, cuna de pinturas murales que narran la historia de la civilización maya, y Yaxchilán, ubicada a orillas del río Usumacinta, la presencia del crimen organizado ha convertido estos lugares turísticos en áreas fantasma. Arqueólogos y turistas se ven forzados al exilio, y el silencio oficial no hace más que profundizar la tragedia. El saqueo de Bonampak es un golpe directo a nuestra herencia cultural, un ataque que debe despertar la conciencia y la acción.
La población de Lancajá, cercana a Yaxchilán, es un pueblo pequeño y pintoresco con acceso a la reserva de la Biosfera Montes Azules y es el lugar preferido para recibir a los turistas que van a ese lugar. La Frontera Corozal permite organizar los recorridos en lancha por el río Usumacinta para llegar a Yaxchilán, y cuenta con hoteles para los visitantes ofreciendo un intercambio cultural importante entre las comunidades lacandonas y choles. Esos pueblos, han perdido su ingreso pues las personas no pueden ni quieren ir a esos lugares, los han abandonado a merced de la delincuencia.
El caso de Taxco no es menos alarmante. Calles desiertas, comercios cerrados y clases suspendidas son la triste realidad de una ciudad turística que vive bajo el asedio del crimen organizado. La falta de seguridad ha paralizado los servicios de transporte público, dejando a la población a merced del miedo.
La respuesta del alcalde Mario Figueroa, lejos de ser un faro de esperanza que generara acciones para resolver el problema, se sumió en un lago de excusas, comparaciones frívolas, y justificaciones impresentables para tratar de explicar su falta de juicio, al decidir ausentarse de la ciudad para acudir a la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid en plena crisis. No regresó de inmediato a recuperar la ciudad cuando iniciaron los incidentes, ni trató de evitar la alerta de viaje emitida por la Embajada de Estados Unidos a sus ciudadanos el jueves pasado, para no visitar ese municipio.
La situación en esos lugares y en el resto del país exige una respuesta inmediata y efectiva. La cultura maya no puede sucumbir ante el crimen organizado, y Taxco no puede convertirse en un recuerdo de lo que fue. Primero, la presencia de fuerzas de seguridad debe ser reforzada de manera significativa en estas áreas afectadas, y se necesita un plan integral que no solo garantice la seguridad de los turistas y la ciudadanía, sino que también proteja el invaluable patrimonio cultural.
Además, es crucial implementar de forma seria estrategias de coordinación entre autoridades locales, estatales y federales para su contención. La comunicación y colaboración eficaz son esenciales para combatir las redes del crimen organizado y devolver la tranquilidad a estas regiones, algo que se ha perdido en México desde hace varios años, y ha entregado a merced de la delincuencia a nuestro país.
En este crucial momento, la resiliencia y el futuro de las zonas turísticas como las mayas, la de Taxco, y del país mismo, reposan sobre los hombros de la propia ciudadanía. El llamado es urgente: es imperativo que las instancias gubernamentales, comenzando por los gobiernos de Chiapas y Guerrero, pongan en marcha estrategias para erradicar la amenaza del crimen organizado, garanticen seguridad y que se nos permita recuperar el Derecho a la recreación contemplado en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño, que indica que “Los Estados Partes reconocel el derecho del niño a participar libremente en la vida cultural y en las artes”, así como al Derecho Humano establecido Artículo 3 que establece que “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.
@iremunoz